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Usar antidepresivos en la menopausia podría aumentar el riesgo de fracturas

2 julio, 2015 20:27

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Usar antidepresivos en la menopausia no es algo extraño, concretamente los del tipo ISRS (inhibidores de la recaptación de serotonina), pues se suelen tomar para disminuir los mismos síntomas de dicha menopausia. Hace poco os hablamos de uno de los grandes riesgos asociados a esta época que toda mujeres debe pasar en su vida, el riesgo de fracturas por osteoporosis, y también relacionamos los sofocos de la menopausia con un aumento del riesgo de ictus.

Esta vez, según un reciente estudio publicado en Injury Prevention, la relación detectada ha sido precisamente entre este tipo de antidepresivos, los ISRS, y el riesgo de fracturas durante la menopausia. Dicho riesgo iría aumentando progresivamente por los años de uso.

Antidepresivos y menopausia, una mala combinación

Antes de continuar, cabe destacar que la denominación de “antidepresivos” para este tipo de medicamentos es un poco errónea, pues se usan en otras situaciones como puede ser la ansiedad, síndrome del colon irritable, o los sofocos  y sudores nocturnos de la misma menopausia como comentaremos hoy. Sus beneficios, al menos en el tipo ISRS, se han ido demostrando con los años de uso. Sin embargo, no todo siempre es de color de rosa, como indica este reciente estudio.

A pesar de ser un buen sustituto de la conocida terapia hormonal, los ISRS podrían tener un efecto secundario ya conocido en pacientes tratados para la depresión: El aumento de fracturas óseas. Con este dato en mente, los investigadores se dispusieron a analizar si las mujeres de mediana edad que tomaban ISRS para aliviar sus síntomas de la menopausia también estarían en un mayor riesgo de sufrir fracturas (tanto por el uso de antidepresivos, como por la menopausia en si misma).

Se analizaron datos de la base de datos de Reclamaciones PharMetrics, que contiene información detallada de las reclamaciones médicas sobre fármacos por parte de 61 millones de pacientes de los EE.UU. Concretamente, se centraron en 137.031 mujeres con problemas de salud mental, de entre 40 y 64 años, que comenzaron a tomar antidepresivos de tipo ISRS (citalopram, hydrobromide, oxalato de escitalopram, fluoxetina, fluvoxamina, paroxetina, sertralina…) entre 1998 y 2010. Por otra parte, se compararon estas pacientes con 236.294 mujeres de la misma edad que tomaban antagonistas H2 o inhibidores de la bomba de protones (como el omeprazol), usados para tratar la indigestión, en ese mismo periodo de tiempo y en el mismo rango de edad.

Los antidepresivos y el riesgo de fracturas

Según los resultados, los antidepresivos ISRS aumentaban la tasa de fractura hasta un 76% un año después de empezar el tratamiento, un 73% a los dos años, y un 67% a los cinco años; en comparación a los medicamentos recetados contra la indigestión.

Cabe añadir, sin embargo, que se trata de un estudio observacional. En otras palabras, no se ha demostrado una causa-efecto, pues tan solo se han revistado datos de una base de datos y se han establecido relaciones estadísticas. Aún así, los investigadores tienen algunas hipótesis, como el hecho de que los antidepresivos podrían alterar el recambio óseo y cambiar la balanza a favor de la disminución de densidad ósea (en lugar del fortalecimiento del hueso):

 “Los ISRS parecen aumentar el riesgo de fracturas en mujeres de mediana edad sin trastornos psiquiátricos si se usan durante un tiempo, lo que sugeriría que debería disminuirse el plazo de duración de dicho tratamiento. Los futuros esfuerzos deberían centrarse en examinar si esta relación se reduce al usar dosis más bajas”

Vía | Psych Central.

Fuente | BMJ.