En la mayoría de las personas, la edad biológica avanza de forma sincronizada con la edad cronológica. Pero las influencias genéticas y ambientales pueden hacer que la biología acumule las señales del paso de los años mucho más rápidamente o mucho más lentamente que lo que la fecha de nacimiento pudiera predecir.

Para que nos entendamos, la edad cronológica se corresponde, como podemos imaginar, con la fecha de nacimiento, mientras que la edad biológica lo hace con el estado de nuestros órganos, sistema inmunitario, salud cardiovascular y cromosomas.

Envejecimientos exterior e interior

Un estudio llevado a cabo por investigadores neozelandeses y publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences ha mostrado una relación clara entre un aspecto exterior “envejecido” y un envejecimiento más rápido en el interior.

El equipo de la investigación se concentró en unos 1.000 hombres y mujeres que participaban en un estudio continuo de Nueva Zelanda desde que nacieron en 1972 o 1973. En 2011, los participantes, que entonces tenían 38 años, se sometieron a pruebas de la función renal, la función hepática, la capacidad pulmonar y la fortaleza metabólica y del sistema inmunitario. También se evaluó el colesterol, la presión arterial, el estado dental, la estructura de los ojos y la salud cardiovascular, así como la longitud de los extremos de los cromosomas, conocidos como telómeros, los cuales se van acortando con el paso de los años.

Los investigadores encontraron una varianza de hasta 30 años en la edad biológica de los distintos participantes, aunque seguían estando libres de toda enfermedad relacionada con la edad.

El equipo llevó a cabo un análisis secundario a través del cual compararon la información sobre los biomarcadores recogida en 2011 con información recogida 6 y 12 años antes. El examen de estos datos mostró que entre los 26 y los 38 años de edad, la mayoría de los participantes envejecieron a un ritmo biológico equivalente. No obstante, algunos aumentaron 3 años biológicos por cada año cronológico. Otros habían dejado de envejecer, dado que su edad biológica se encontraba en “pausa”.

También se observaron otros resultados relacionados con declive físico y cognitivo: cuanto mayor era la edad biológica, peor les iba en las pruebas físicas y de agudeza mental; las personas que envejecían rápido mostraban un peor equilibrio y coordinación motora, y tenían más problemas con tareas como subir escaleras o cargar con la compra.

Señales de envejecimiento prematuro

Los investigadores indican que con este estudio puede constatarse que durante la adultez temprana ya pueden observarse síntomas de edad biológica avanzada (función física y cognitiva en declive) mucho antes de que aparezcan enfermedades relacionadas con la edad. Más allá de dar un paso en el entendimiento del proceso de envejecimiento, los expertos resaltan la importancia de encontrar formas de detectar las señales del envejecimiento a una edad temprana, para crear terapias que puedan prolongar la vida saludable al prevenir el inicio de enfermedades.

En resumen, según ellos habría que comenzar a aceptar la idea de que en lugar de intentar prevenir enfermedades individuales, como la enfermedad cardiovascular o el cáncer, deberían encontrarse formas de tratar la causa común de todas esas cosas: el envejecimiento.

Fuente | BBC