¿Qué tienen de especial los anillos de Saturno?
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Saturno es el dios griego de la agricultura, pero probablemente nos suene más por ser el nombre que recibió el sexto planeta del sistema solar; al menos a los apasionados de la astronomía. Saturno es además “el planeta de los anillos“, hasta el punto de que durante muchos años se creyó que los anillos de saturno eran únicos en el sistema solar. Hoy un nuevo estudio arroja luz sobre los anillos de Saturno y sobre los anillos del resto de planetas. En especial el estudio se centra en comparar la forma y distribución de las partículas que forma los anillos de uno u otro planeta.
Pero antes de entrar con el estudio, vamos a refrescar lo que se sabía hasta ahora. La mayoría de planetas gaseosos como Júpiter, Urano… tienen también sus propiuo anillos, pero de todos ellos los anillos de Saturno son con diferencia los más claros de ver y por tanto los más fáciles de estudiar. Es por ello que hasta la publicación del artículo que comentamos hoy, solo que conocía con precisión la forma y composición (al menos a nivel de estructura) de los anillos de Saturno y no de los del resto de planetas.
Los anillos de Saturno y la ley de cubos inversos
El origen de los anillos de Saturno, al igual que el resto de planetas, es aún hoy incierto. Las mejores teorías y simulaciones apuntan a restos de choques de meteoritos como la fuente de estas estructuras. Los anillos están generalmente compuestos por mezcla de hielo y rocas separadas entre sí; no son una gran pieza ciruclar sino un conjunto de pequeñas piedras orbitando alrededor del planeta correspondiente. Los anillos de Saturno, además, tienen una característica especial: Las piedras siguen una Ley de cubo inversos con gran precisión.
Esta ley de cubos inversos significa que si cogemos el número de rocas de un cierto tamaño y lo multiplicamos por el cubo de su tamaño tenemos un valor constante para cualquier tamaño de roca. Es decir, el número de rocas de un tamaño dentro de los anillos de Saturno es inversamente proporcional al cubo de su tamaño. Poder explicar algo tan complicado como la distribución de cuerpos dentro de unos anillos planetarios con una ley tan simple ha traído de cabeza a los astrofísicos hasta la publicación de este artículo.
La ley de cubos inversos, una ley universal
El grupo de estudio se tomó el tiempo necesario para analizar los componentes de los anillos del resto de planetas del sistema solar y compararlos con aquellos de los anillos de Saturno. El resultado es más sorprendente de lo que esperaban, ya que descubrieron que todos los demás anillos planetarios también estaban formados por rocas que seguían una ditribución según una ley de cubos inversos. Algo maravilloso, ya que significa que todo lo que podamos aprender estudiando los anillos de Saturno lo podemos aplicar al resto de planetas.
Además, esta ley apoya la teoría de que todos los anillos se formaron mediante procesos similares y que los anillos de Saturno no son diferentes de los demás salvo por la visibilidad y la belleza. Esto seguramente ayude a que dentro de no muchos años sepamos exactamente el origen de dichos anillos y podamos entender así perfectamente por qué no tenemos anillos en la Tierra o no hay anillos en Venus o Marte.