Científicos americanos resuelven un material que podría permitir popularizar los coches de gas natural.

¿Por qué está más extendido el uso de gas natural como combustible para hacer funcionar coches? Es un combustible fósil más barato, menos nocivo para el medio ambiente y está mucho mejor repartido por el mundo que el petróleo del que deriva la gasolina. La respuesta es sencilla: cuesta mucho almacenarlo.

Para que el gas natural se ofrezca como una alternativa a la gasolina, este necesita ser almacenado a altas presiones, algo que como cabría esperar, reduce drásticamente su rendimiento. Sin embargo, esto podría cambiar gracias a los MOFs.

Alimentar un coche de gas natural puede estar cerca

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El profesor de química e ingeniería biomolecular Jeffrey Long y sus colegas, de la University of California, han demostrado recientemente en Nature, una solución bastante prometedora a esta cuestión, basándose en materiales de estructuras metal-orgánicas (o metal-organic frameworks, MFOs). Estos materiales, podrían dotar a los vehículos tradicionales con la capacidad de almacenar y usar gas natural a mucho menos presión de lo habitual, lo que haría mucho más viable este combustible en coches.

Los sistemas de compresión de gas natural comunes (CNG), funcionan con gas natural a una presión de 250atm, algo que si bien es factible para un vehículo, tiene un alto requerimiento de energía para mantener dicha presión, lo que disminuye el rendimiento final del motor. El solución propuesta por Long basada en MOFs, consiste en compresores que almacenan el gas natural a través de un sistema poroso de absorción (ANG) que ha demostrado ser mucho más eficiente gracias a que utiliza una presión de entre 35 y 65atm. De hecho, según Long, un usuario de este sistema podría alimentar su coche con el mismo gas natural que utiliza en su hogar.

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Como decimos, los sistemas ANG son un paso más hacia la posibilidad de combustibles más baratos y respetuosos con el medio ambiente como es el gas natural. Pero aún quedan algunos desafíos más que afrontar antes de poder comercializar vehículos con esta capacidad.

Vía | MIT Technology Review