Tecnología

El deporte, clave para la plasticidad cerebral

9 diciembre, 2015 10:36

El aprendizaje, la memoria y la reparación del cerebro dependen de la capacidad de nuestras neuronas para cambiar con la experiencia. Estamos hablando de la plasticidad, es decir, de la capacidad de nuestro cerebro de ir cambiando como resultado de la experiencia adquirida.

Este potencial plástico de la corteza cerebral se da sobre todo cuando somos pequeños, y se cree que va disminuyendo con la edad. Esta disminución es especialmente pronunciada en el cerebro sensorial, que muestra mucho menos plasticidad en los adultos que en los más jóvenes.

No obstante, es mucha la investigación que durante estos últimos años ha confirmado que la plasticidad cerebral es más compleja de lo que parecía en un inicio, y que los patrones de plasticidad son diferentes dependiendo de la edad. Se ha constatado, por ejemplo, que personas en la vejez pueden tener el mayor rendimiento que algunos jóvenes en actividades cognitivas al poner en marcha la ya denominada plasticidad funcional compensatoria, a través de la cual se compensan declives en algunas zonas del cerebro con la activación de otras áreas que permiten que el cerebro mantenga su capacidad neuronal.

Deporte y plasticidad

Un nuevo trabajo publicado en Current Biology y llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Pisa (Italia) muestra ahora importantes indicios científicos de que el ejercicio de regular podría mejorar la plasticidad esencial del cerebro adulto.

Los expertos aseguran que estas conclusiones, que se han centrado específicamente en la corteza visual, son una buena noticia para personas con ciertas afecciones que incluyen ambliopía (denominada a menudo ojo perezoso) o lesión cerebral traumática, entre otras.

Es la primera vez que se muestra que niveles moderados de actividad física podrían mejorar la neuroplasticidad en la corteza visual de los humanos adultos. Los resultados, por lo tanto, abren el camino para el desarrollo de estrategias terapéuticas no invasivas que exploten la plasticidad cerebral intrínseca en personas adultas.

Potencial plástico

Para el trabajo, los investigadores se inspiraron en experimentos previos que ellos mismos habían realizado previamente en animales de laboratorio. Estos estudios habían mostrado que los animales que realizan actividad física ofrecían mayores niveles de plasticidad en la corteza visual y una mejora de la ambliopía en comparación con los animales más sedentarios.

Para confirmar estos mismos resultados en humanos, los científicos midieron el potencial plástico residual de la corteza visual de 20 adultos mediante una prueba simple de rivalidad binocular. Nuestros ojos trabajan juntos la mayor parte del tiempo. Pero cuando se da el caso de que alguien tenga que llevar un parche en un ojo durante un determinado período de tiempo, el ojo cerrado se fortalece porque el cerebro visual intenta compensar la falta de entrada visual del otro. La fuerza del desequilibrio resultante entre los ojos es una medida de la plasticidad visual del cerebro, y puede medirse mediante esta prueba, que presenta al cerebro un conflicto visual claro, que debe esforzarse por resolver.

Los investigadores sometieron a los voluntarios a esta prueba en dos ocasiones. Durante el transcurso de la primera, los participantes observaron una película sentados en un sillón. Mientras se realizaba la segunda prueba, los participantes tuvieron que pedalear durante intervalos de diez minutos durante la película. Los resultados fueron claros: la plasticidad del cerebro se vio reforzada por el ejercicio.

Aunque se necesitan más estudios, los investigadores creen que este efecto que se produce durante el ejercicio puede deberse a la disminución de un neurotransmisor inhibidor denominado GABA. A medida que las concentraciones de dicho neurotransmisor se reducen, el cerebro se vuelve más sensible a estímulos externos.

No obstante, con independencia del mecanismo que lleve a un aumento de la plasticidad, los resultados sugieren que el ejercicio, que es importantísimo en nuestra salud cerebral, desempeña un papel importante en la salud del cerebro y su recuperación.

Fuente | Eurekalert

Imagen 2 | Dafne Lunghi Art