Tecnología

Cómo prevenir el contagio en los aviones

24 diciembre, 2015 16:39

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El transporte aéreo supone uno de los medios más frecuentados por millones de personas en todo el mundo actualmente, debido a su amplia capacidad y sobre todo por la posibilidad de recorrer largas distancias en tan sólo cuestión de horas. Es por ello que día tras día, millones de individuos se suben a un avión que les permite viajar desde un punto a cualquier otro del planeta. No obstante, este desplazamiento en masa que tiene lugar a diario puede acabar convirtiéndose en el escenario perfecto para la transmisión de gérmenes. Si algún turista es víctima de una enfermedad, (en especial si se trata de una infección epidémica) y aun así decide tomar su vuelo, la posibilidad de contagio en la cabina puede aumentar y poner en grave peligro la salud del resto de pasajeros.

Gérmenes: pasajeros de primera clase

Como ya comentamos en cierta ocasión, nunca viajamos solos; las epidemias también montan en avión. Cuando en una región determinada del mundo se empiezan a registrar casos de una nueva enfermedad, ésta corre potencialmente el riesgo de volverse pandémica tras un corto período de tiempo, suficiente para que los gérmenes recorran volando la Tierra entera. Es el caso de las archiconocidas gripe A y gripe aviar, o del ébola, cuyo brote causó un gran revuelo el año pasado.

Ante la posibilidad de contagio en los aviones, la primera medida a tomar sería la prevención, es decir, impedir a los afectados por una enfermedad de cierta gravedad su acceso a la cabina con el resto de pasajeros. Sin embargo, esta tarea no resulta tan sencilla de llevar a cabo, ya que alguien que aparente estar sano podría encontrarse realmente en el período de latencia en el que, aun sin presentar ninguna clase de síntomas, ya está siendo víctima de la enfermedad. Por ello es casi imposible predecir con exactitud el riesgo al que se exponen los viajeros.

Además del contacto físico directo con alguien infectado, otro de los motivos por el que los gérmenes acaban transmitiéndose a otros individuos es el flujo de aire en la cabina. Si bien es cierto que de la parte superior e inferior del avión nos llega continuamente aire a través de filtros que eliminan casi por completo los patógenos que pueda haber presentes, al final, estas corrientes de aire acaban mezclándose. De hecho, si alguien estornuda, el aire expulsado entraría en una especie de remolino, dando varias vueltas y pudiendo así contagiar a los pasajeros que se sienten cerca, mucho antes de pasar por el filtro.

Construyendo el futuro… hoy

Gracias a una serie de simulaciones por ordenador, un joven estudiante de tan sólo 17 años llamado Raymond Wang parece haber encontrado una solución al problema. La simulación 3D le permitía visualizar y controlar la dinámica de flujos dentro de la cabina, esto es, cómo se propagaba la “nube de gérmenes” cuando alguien estornudaba. Para reducir la transmisión de patógenos alrededor del individuo afectado, Wang inventó un dispositivo por el que fue premiado este año 2015 en el Intel Science and Engineering Fair. Se trata de una pequeña válvula que aumenta la inhalación de aire fresco y que redirige la nube de gérmenes directamente hacia los filtros, sin interferir con otras corrientes de aire, creando “zonas de respiración personalizadas”.

Lo interesante es que la pieza podría instalarse directamente, sin necesidad de modificar la estructura del avión y de manera rápida y simple, lo que lo convierte en un elemento tan eficaz como rentable. Esto supondría un gran alivio si tenemos en cuenta las pérdidas humanas (y también económicas) que han supuesto las grandes epidemias en el pasado.

El dispositivo está listo para ser probado en un avión real y así sumarse a la lista de piezas fundamentales del mismo. “Gracias a la tecnología con la que contamos hoy en día, a la informática avanzada y al desarrollo de Internet, vivimos en la época de oro de la innovación y podemos desarrollar proyectos como éste” explica Wang, quien además está convencido de que en ocasiones las mejores soluciones son las más simples.

Fuente | Intel