¿Mis genitales son "normales"?
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Esta es una pregunta frecuente que como sexóloga me encuentro en consulta y fuera de ella. Existe una amplia preocupación en la sociedad por encajar dentro de la normalidad, en cualquier ámbito de la vida, no sólo en el sexual.
Sin embargo, como ya vimos, en sexualidad hablar de normalidad es complicado ya que recordamos que normalidad es lo que más se repite y no entrar dentro de ésta no es ser un bicho raro, sino diferente, menos común, pero no es malo.
En cuanto a genitales se refiere, más de lo mismo. Podemos hablar de genitales que nos parecen más o menos bonitos estéticamente, sin embargo, existen muchísimo penes y vulvas diferentes a lo largo y ancho del mundo. Por tanto, encajar en una normalidad en cuanto a genitales no es tarea fácil, más bien podríamos decir que todos los penes y vulvas entran dentro de la normalidad.
¿Cómo son los penes?
Los penes pueden variar de tamaño tanto a lo largo como a lo ancho, encontramos penes más o menos largos en centímetros y en grosor. Pero ¿cuánto es lo normal?
Pues esa pregunta depende de la parte del mundo en la que vivamos y a la cultura a la que pertenezcamos. Recordamos que aquí en España la media es de 13 cm aproximadamente en erección, sin embargo si nos vamos a China o África, por poner algunos ejemplos, pueden variar de 10 a 17 cm respectivamente en cuanto a media.
Por tanto, un pene puede ser “normal” para cualquier persona, teniendo en cuenta que en erección un pene de 8 cm fisiológicamente ya es apto para la penetración. Otra cosa son los gustos de cada persona a la hora de encontrar un pene que le parezca apetecible o le pueda satisfacer. Al igual pasa con el ancho del pene, siendo en España la media de 3’82cm de diámetro, mientras podemos encontrar penes más anchos o más estrechos aquí, en el país vecino o en la otra punta del mundo. Asimismo, debemos recordar que tan solo el primer tercio de la vagina es la que tiene sensibilidad, por tanto, no necesitamos un pene de tamaño descomunal, así como éste puede golpear el fondo de la vagina (cérvix) y resultar incluso molesto, aunque para algunas mujeres también puede resultar placentero.
Así pues, no sólo en tamaño, sino en forma, en curvatura, en el glande e incluso en el color pueden variar, al igual que encontramos penes circuncidados o sin circuncidar. ¿Cuál es normal? Me atrevo a decir que todos, pues son muchas las personas que tienen penes diferentes. Aquí en España, por ejemplo, sólo se circuncidan penes por cuestionar de salud, por tanto tener prepucio es normal. Mientras en otros países como EE.UU. u otras culturas como la judía, todos los niños son operados, por tanto no tener prepucio es normal. Ambas opciones tienen ventajas e inconvenientes (menor sensibilidad, mayor higiene, etc.) sin embargo lo importante es su finalidad: el pene se utiliza para penetrar y poder estimularlo sin que cause dolor, lo demás son cuestiones secundarias.
¿Cómo son las vulvas?
Cuando un chico mira entre sus piernas enseguida ve sus genitales, mientras que las chicas lo tienen más complicado, necesitan de un espejo para poder observarla bien. Por este motivo y muchos otros tabúes que han girado y siguen girando en torno a la sexualidad de la mujer, el mundo de las vulvas es aún muy desconocido.
Al igual que el pene, existen muchísimos tipos de vulvas que pueden variar en el tamaño de los labios mayores y menores, en el color de éstos, si sobresalen más o menos, en la rugosidad, en el tamaño del clítoris, si la entrada de la vagina está más cubierta o no, etc. Es decir, existen muchísimos tipos de vulvas diferentes y cada una de ellas puede ser “normal”.
La finalidad de la vulva es recibir placer y penetrar la vagina por un pene, dedos u objetos destinados a ello. El vello púbico es una cuestión personal, que pueda gustar más o menos y queda en un segundo plano siendo algo más estético, así mismo tiene una función que es proteger a la vagina de infecciones.
Muchas mujeres se sienten acomplejadas por sus genitales, al tener unos labios menores más prominentes que pueden sobresalir de los labios mayores, al tener un color diferente o al tener un clítoris más grande. Incluso muchas de ellas, se realizan operaciones estéticas para adaptarlos a su gusto, olvidando que pueden ser tan normales y bellos como otros cualquiera.
Como veis, pensar en “normal” como aquello que es “mayoritario” puede ser un verdadero error.