El autismo es una discapacidad permanente del desarrollo que se manifiesta en los tres primeros años de edad. No es un problema social sino que tiene un origen neurológico y que se trata de una alteración, el término correcto es Trastornos en el Espectro del Autismo (TEA),  que abarca muchas afectaciones.

El autismo es un espectro de trastornos caracterizados por graves déficit del desarrollo, que afectan a la socialización, la comunicación, la imaginación y la conducta, entre otras cosas. La incidencia es de unos 60 casos por cada 10.000 niños.

En España, con una estimación de 13.000 niños afectados, las estadísticas constatan que existen entre uno y dos casos por cada 1.000 niños. Debido a este aumento, una identificación temprana, podría permitir un tratamiento precoz y unos mejores resultados.

Su origen se halla en una anomalía en las conexiones neuronales que es atribuible, con frecuencia, a mutaciones genéticas. Sin embargo, este componente genético no siempre está presente, ya que se ha observado que los trastornos que sufre una persona autista pueden tener diversos factores, dado que se ha descrito la implicación de varios elementos de riesgo que actúan juntos.

¿Cuáles son algunos de los principales síntomas del autismo?

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• Cuando son bebes: Los más tempranos son el pobre contacto ocular, es un contacto visual reducido, por otra parte la sonrisa es escasa y no hay un seguimiento visual, se suele decir que son niños “muy tranquilos”, “no demandantes”.
• Hasta los 36 meses: Prefiere jugar solo, no saluda, no responde a su nombre, no sabe jugar con juguetes, suele reaccionar de forma desproporcionada a algunos estímulos (es muy sensible a algunos sonidos o texturas).
• A partir de los 36 meses: Presenta un juego repetitivo y utiliza objetos y juegos de manera inapropiada; como por ejemplo gira constantemente los objetos, juega con trocitos de papel delante de los ojos, alinea objetos, entre otro. Existe también una ausencia de lenguaje, o este es repetitivo y sin significado aparente, con tono de voz inapropiado. Parece cómodo cuando está solo y tiene problemas para aceptar cambios en su rutina. Se suele decir que están “en su mundo”.

¿Cuándo consultar a un profesional sobre un posible autismo?

Tenemos que tener especial cuidado cuando el niño/a no balbucea o no hace gestos de interacción con 12 meses. O no dice palabras aisladas con 16 meses. Cuando no dice frases completas con 24 meses. O ante cualquier regresión o pérdida de habilidades adquiridas a cualquier edad.

¿Cuál sería el tratamiento del autismo?

A día de hoy sigue sin tener cura, la intervención temprana intensiva mejora en gran medida el pronóstico de la mayoría de los niños pequeños con TEA. El plan de tratamiento puede utilizar una combinación de técnicas que abarcan: Análisis del comportamiento aplicado, medicamentos, terapia ocupacional, fisioterapia, terapia del lenguaje y del habla.

Os recomendamos la película «María y yo», una historia de un padre que se va junto a su hija autista de vacaciones a las Islas Canarias y en la cual, de una forma original, con sentido del humor y con un toque de sinceridad nos relatan cómo se convive con una discapacidad.