Ser productivo por la noche ¿sí o no?
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Llega la época de exámenes, vamos a por la bebida energética pertinente, cogemos el montón de folios, bolis nuevos (o nuestro boli de la suerte) y nos enclaustramos en nuestro cuarto o en la biblioteca para empaparnos de todos los conocimientos que nos ayudarán a pasar dicha prueba.
El dilema llega cuándo nos preguntamos, ¿merecerá la pena quedarse hasta tarde estudiando? ¿o dormir ya y levantarnos temprano? ¿conviene ser productivo por la noche?
Examen de horas de sueño
Es indiscutible que privarse de un par de horas de sueño nos ayudará a terminar el trabajo atrasado, pero repetir esta técnica sucesivas veces solo demostrará dos cosas: no estamos realizando el trabajo en su tiempo, y vamos a tener diferentes problemas de salud.
Si trasladamos esta técnica en épocas de exámenes, sacrificando tiempo para aprovechar el estudio, nos daremos cuenta que cada vez tenemos más ganas de cerrar el libro, el portátil, y meternos en la cama. Para conocer estos cambios y comprender como afectan al estudio, veremos:
Cómo afecta a nuestro cuerpo
Para empezar, la falta de sueño tiene graves consecuencias en nuestro sistema inmune, encontrándose una reducción en los niveles de glóbulos blancos tras noches con falta de sueño, de forma que seremos más vulnerables a la infección y las enfermedades.
Por otro lado, nuestra sangre se enfrentará a un aumento de la presión, similar al de enfermos de hipertensión. Estos cambios van a suponer disrupciones en la regulación endocrina, de forma que hormonas relacionados con el crecimiento o el control de la temperatura íntimamente asociadas con el sueño, cambiarán sus niveles.
Una semana con desfases en el sueño, y nuestro cuerpo segregará en mayor medida citoquinas proinflamatorias, que causarán problemas a niveles cardiovasculares y neurocognitivos. Y a nivel genético, más de 700 genes verán modificada su expresión implicando cambios en el ciclo circadiano, el estrés oxidativo y el metabolismo.
Cómo afecta a nuestro cerebro
“Mente sana en cuerpo sano”, pero privándonos horas de sueño nos saltamos este dicho. Si no hay más remedio, y sacrificamos una noche entera para un examen, nos encontraremos al día siguiente con torpezas a la hora de coordinar nuestros movimientos oculares, en el tiempo de reacción y la atención.
Y no penséis que las horas de sueño se pueden recuperar fácilmente. Para que os hagáis una idea, un estudio encontró que privarse de una hora de sueño durante una semana no puede recuperar ni durmiendo 10 horas durante 3 días seguidos.
Conclusión
La clave para evitar estas medidas es organizarse. Si estáis a tiempo, planificaros el estudio, de forma que no os atosigue al final. Si ya es tarde, la mejor opción es dormir las horas necesarias (7 u 8) para que os sintáis descansados, y armaos de valor con el examen del día siguiente.
Fuente | Psicóloga: Jordan Gaines Lewis