Los 5 sitios más extraños en los que están guardados tus datos
Repasamos los cinco lugares más raros para montar servidores de datos que usan las compañías actualmente.
2 febrero, 2016 22:35Noticias relacionadas
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Repasamos los lugares más raros para montar servidores de datos que las compañías han intentado aprovechar.
Cuando usamos un servicio cualquiera de Internet, toda la información relacionada se guardan en ordenadores, llamados servidores, que conforman centros de datos, grandes instalaciones diseñadas especialmente para mantenerlos.
Y es que cuando juntas muchos servidores en un solo sitio, empiezan a aparecer necesidades que no puede cubrir cualquier localización; por ejemplo, tienes que asegurarte de que cuenta con una refrigeración adecuada para que los procesadores y los discos duros nunca alcancen temperaturas críticas. Y por supuesto, necesitas grandes cantidades de energía para que todo funcione.
Normalmente los centros de datos están en sitios muy aburridos, como polígonos industriales, almacenes o lugares similares, ya que realmente en ellos no trabaja mucha gente, y es más importante dar a los servidores todo lo que necesitan.
Y luego hay momentos en los que a una compañía se le ocurre una locura, y monta un centro de datos en un lugar absurdo. Ahora vamos a repasar algunos de esos sitios especiales.
En una fábrica de combustible nuclear
La ciudad alemana de Hanau iba a contar con una fábrica que produciría barras de uranio y plutonio enriquecido para ser usadas en plantas nucleares, pero no llegó a ponerse en marcha y acabó abandonada.
La compañía de Internet 1&1 decidió aprovechar la localización para montar sus servidores, usando energías de fuentes renovables.
En una cueva debajo de una montaña
La compañía Iron Montain hizo honor a su nombre cuando decidió montar un centro de datos debajo de una montaña.
Más concretamente, es una mina de caliza de unas 400 hectáreas, conocida como la “Habitación 48”. Sólo hay una entrada y salida, por lo que está considerado como uno de los sitios más seguros del mundo.
En el círculo polar ártico
Facebook decidió que necesitaba refrigerar mejor sus servidores, así que, ¿qué mejor que tirar lo más al Norte como sea posible? Así nació el “Node Pole”, que aunque no está en el mismo polo norte, sí que está cerca, en la localidad de Lulea en Suecia.
La instalación aprovecha perfectamente el duro entorno, obteniendo energía de los ríos cercanos y enfriando los componentes eléctricos con el mismo viento nórdico que sopla en la zona. Gracias a esto sólo necesita el 30% de los generadores que normalmente usa una instalación como esta.
En una micronación que nadie reconoce
El Principado de Sealand es uno de los lugares más raros que existen. Es una plataforma marítima construida en la Segunda Guerra Mundial, que después de ser abandonada por el gobierno británico sirvió de base para que una familia se plantase en ella y se autoproclamase como un país. Desde entonces ninguna nación ha reconocido su existencia, y oficialmente forma parte del Reino Unido, pero eso no ha impedido a sus propietarios intentar hacer negocio con ella.
Durante la década de los 2000, aprovechando la subida del sector de la web, Sealand creó la compañía HavenCo que prometía servidores cuyos datos estarían a salvo de las autoridades de cualquier país, e incluso Pirate Bay se planteó comprarla. Pero en 2008 la compañía dejó de existir de la noche a la mañana, y desde entonces es sólo una curiosidad más que sumar a esta plataforma, aunque en 2013 hubo intentos de revivirla.
Debajo del mar, matarile, rile, rile
Microsoft ha sido la última en experimentar con esto de montar un centro de datos en un sitio absurdo. En su caso ha sido el fondo del mar. El pasado agosto sus ingenieros colocaron una enorme cápsula en el Océano Pacífico, aunque la profundidad no fue mucha, apenas 10 metros.
En el interior de la cápsula había un sólo servidor, con nitrógeno presurizado para mantener sus temperaturas controladas, y todo tipo de sensores para comprobar el efecto que el mar tenía en su funcionamiento. El objetivo es que en el futuro estos servidores funcionen con la energía de las olas y se refrigeren con el agua marina.