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Células senescentes: El secreto para luchar contra el envejecimiento

5 febrero, 2016 11:22

Como sabéis, nuestro organismo se encuentra en lucha constante contra las células que intentan dividirse descontroladamente. Para evitar que éstas lleguen a producir tumores, se paraliza su división, mediante un proceso conocido como senescencia. Las células senescentes  resultantes quedan a la espera de que el sistema inmune las retire; pero, a medida que envejecemos, dicho proceso se hace menos eficiente, de modo que se van acumulando dando lugar a una especie de síndrome de Diógenes interno que puede derivar en una aceleración del envejecimiento y en problemas de salud graves. Para solucionarlo, investigadores de la Clínica Mayo han probado a retirar las células senescentes en ratones , obteniendo datos que han resultado ser muy prometedores.

¿Cómo pueden afectar al organismo las células senescentes?

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Como os decía, los problemas comienzan a medida que el organismo envejece, pues los mecanismos de eliminación del sistema inmune se vuelven menos eficientes. Además, con el envejecimiento también aumentan los procesos que necesitan de la actuación de la senescencia, por lo que el número de células senescentes sería cada vez mayor. Como consecuencia, éstas se van acumulando a lo largo de los diferentes tejidos y órganos, actuando sobre las células sanas anexas y causando inflamación crónica. Esta inflamación, es responsable de la producción de radicales libres que, como sabéis, son una de las sustancias íntimamente relacionadas con el envejecimiento celular y algunas enfermedades asociadas, como el Alzheimer, la artritis reumatoide o la fibrosis pulmonar.

¿Cómo han solucionado el problema?

Estos investigadores de la Clínica Mayo decidieron que el sistema inmune, al llegar a cierta edad, necesita un “empujoncito” para hacer su trabajo. Por eso, recurrieron a un componente llamado AP20187, que favorece la apoptosis (muerte celular)  de las células senescentes y su posterior eliminación. Los resultados tras suministrar esta droga a los ratones fueron satisfactorios, pues poco después los niveles de inflamación y de formación de células tumorales habían disminuido, derivando en un aumento de la esperanza de vida de los animales de entre un 17% y un 35%. Además, gozaban de una mejor salud y buena apariencia, por lo que se podría decir que se ralentizó el proceso de envejecimiento.  Por último, comprobaron que el proceso no conllevó ningún riesgo para los ratones, ya que AP20187 no es una sustancia tóxica.

Si estos resultados se pudiesen extrapolar a seres humanos estaríamos ante el punto de partida para la creación de tratamientos eficientes contra el envejecimiento y sus trastornos asociados. Un nuevo paso hacia vidas más largas.

Fuente: Nature

Vía: Gizmag