paris bacteria

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Tecnología

Iluminar la ciudad de la luz con bacterias es posible

Os hablamos del proyecto de una empresa que pretende usar bacterias luminosas en las calles de París.

2 marzo, 2016 19:26

¡París! ¡La ciudad de la luz o del amor!. Que la llamemos de una forma u otra suele depender de cuál sea nuestro estado sentimental en el momento, pero lo cierto es que su iluminación es una de las más bonitas del mundo, aunque podría incluso mejorar con bacterias luminosas en las calles.

La Torre Eiffel, el Louvre, el Arco del Triunfo y hasta la casa más cochambrosa; todos los edificios y monumentos de París son preciosos por la noche, gracias a ese sinfín de bombillas que hacen que su vista aérea sea una verdadera delicia. ¿Pero os habéis parado a pensar el gasto económico y energético que eso supone? Sí que deben haberlo pensado los franceses, pues en 2013 se aprobó una ley que prohíbe a oficinas y minoristas mantener sus escaparates encendidos durante las primeras horas de la mañana.

Por eso, una empresa ubicada en París ha tenido la gran idea de utilizar la bioluminiscencia producida por algunas bacterias para sustituir a los métodos de alumbrado tradicionales. Dicha compañía se llama Glowee y ya han confiado en su proyecto, cuyos fondos se obtuvieron en una campaña de Crowfunding, empresas tan importantes como los heladeros de Ben & Jerry’s.

¿Cómo obtienen la bioluminiscencia?

calamar1

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Las bacterias propuestas por Glowee, se obtienen a partir de un calamar bioluminiscente, típico de las aguas Hawaianas. Para aprovechar su luz, utilizan unas pequeñas cajas transparentes, en las que introducen un gel que contiene las bacterias vivas, junto a los azúcares y el oxígeno que necesitan para vivir.

Al ser bacterias totalmente inocuas, no supondrían ningún problema para los operarios que las manejaran. Además, presentan otras grandes ventajas, como el ahorro de energía y su baja intensidad luminosa, suficiente para alumbrar a los viandantes, sin exceder los límites de la contaminación lumínica.

Inconvenientes de este tipo de bacterias luminosas en las calles

Aunque ya habéis visto las grandes ventajas que supondría el alumbrado con bacterias, también presenta grandes inconvenientes que se deben solventar. En primer lugar, la iluminación sólo duraría tres días, por lo que sería necesario reponer periódicamente el gel. Además, es cierto que supone un ahorro energético, pero no está tan claro que los costos de producción puedan llegar a ser más rentables que en los métodos habituales.

Sea como sea, en Glowee están dispuestos a optimizar este recurso al máximo. Desde luego es una grandísima idea que, de hecho, daría un nuevo encanto a la ciudad de Paris. ¿Os imagináis algo más bonito que una pedida de matrimonio en una torre Eiffel iluminada por bacterias?

Vía: New Scientist