altruismo

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Tecnología

Los intereses ocultos del altruismo

Unos científicos han desvelado cómo reconocer los dos motivos del altruismo (por empatía o por reciprocidad) según las conexiones cerebrales activadas.

7 marzo, 2016 18:03

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El altruismo desinteresado se está convirtiendo poco a poco en algo tan frecuente como la visión de un unicornio, como demuestra un estudio sobre los motivos del altruismo.

Es cierto que muchas personas realizan actividades dotadas de un gran altruismo; pero, por lo general, estos individuos no dan puntada sin hilo. y esperan en todo momento recibir algo a cambio de sus buenas acciones. Si no, que se lo digan a Mark Zuckerberg.

Las regiones del cerebro que nos llevan a ser altruistas, se conocen desde hace años, pero las que nos conducen a hacerlo por reciprocidad o por empatía, eran un misterio hasta ahora. Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad de Zúrich, ha logrado dar una respuesta, cuyos resultados no dejan de ser sorprendentes.

¿Qué dos tipos de altruismo existen?

zuckerberg

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Cuando cometemos actos altruistas, podemos hacerlo por empatía o por reciprocidad.

El primer caso, se produce cuando realizamos buenas acciones hacia alguien que lo está pasando mal, por el simple hecho de ponernos en su lugar y pensar cómo querríamos que nos ayudaran a nosotros.

Por otro lado, también podemos ser altruistas cuando esperamos conseguir algún tipo de beneficio a cambio, ya sea económico, de reconocimiento social o, como se suele decir, para que “nos deban una” en el futuro.

El experimento que desvela los motivos del altruismo

cerebro

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Para comprobar las causas de estas dos maneras de actuar, estos científicos tomaron a un conjunto de voluntarios y los dividieron en dos grupos, a los que se les indujo altruismo por empatía o por reciprocidad.

Al primer grupo se le hizo observar como otro individuo, que cooperaba con los investigadores, recibía una serie de descargas eléctricas que le producían dolor. De este modo, se consiguió que sintieran empatía hacia ellos.

Mientras tanto, el segundo grupo tuvo que ver cómo sus compañeros daban dinero a cambio de que ellos no recibieran estas descargas, por lo que se sintieron en deuda con ellos.

A continuación, se les sometió a una resonancia magnética, que medía la actividad de sus cerebros mientras realizaban actos altruistas hacia sus compañeros. En ambos grupos se iluminaron las mismas zonas; concretamente la ínsula anterior, la corteza cingulada anterior y el cuerpo estriado,  pero si se comprobaba como interactuaban entre ellas, se podía comprobar que las conexiones neuronales eran muy diferentes.

Los egoístas también son altruistas

egoismo

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La parte más curiosa de este experimento, es que se comprobó que si se observaban las conexiones cerebrales en personas egoístas al cometer actos altruistas, éstas se correspondían con el altruismo por empatía. En cambio, aquellos que se consideraban prosociales (los típicos millonarios que tan a menudo donan parte de su dinero) lo hacen por reciprocidad, esperando algo a cambio.

Vamos; que no es oro todo lo que reluce y lo más habitual es disfrazar los intereses de beneficiencia. Ojalá pudiéramos tener un escáner cerebral en casa para comprobar estos actos nosotros mismos, ¿verdad?

Vía: Scientific American University of Zurich