Desde hace años, seguimos en la búsqueda de un método anticonceptivo ideal para su uso en hombres similar a las pastillas anticonceptivas. Y puede que hoy estemos más cerca.

Dicho método anticonceptivo masculino debería tener una serie de características para que los perjuicios o efectos secundarios no ganen a los beneficios: Ser cómodo, ser reversible y evitar en lo posible dichos efectos secundarios en los hombres que lo usen.

Así que, ¿por qué no desactivar los espermatozoides, y ya está? Algo así deben haber pensado un grupo de investigadores de la Universidad de Berkeley y la Universidad de Yale, cuyo trabajo se ha publicado recientemente en Science:  Un “botón” capaz de activar o desactivar los espermatozoides humanos.

El botón capaz de activar y desactivar los espermatozoides

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Desactivar los espermatozoides, como si de un drone se tratarán… ¡Eureka! Probablemente eso pensarían este grupo de científicos al dar con el hallazgo, pues podríamos estar más cerca del anticonceptivo masculino definitivo. Al desactivar los espermatozoides tendríamos la capacidad de tener un mayor control sobre embarazos no deseados, y a la inversa, si controlamos también su activación será más rápido dar con ese embarazo buscado tan ansiado.

El “botón” para activar los espermatozoides no sería más que una proteína, la ABHD2. Dicha proteína sería esencial para el proceso de “armar” a los espermatozoides, concretamente su cola, pues la ABHD2 es la proteína que hace a los espermatozoides capaces de nadar.

Esencialmente, lo que ocurre es una cascada de reacciones: Los óvulos femeninos necesitan a una hormona, la progesterona, que sería la encargada de “animar” a los espermatozoides en su carrera. La progesterona abre un canal molecular llamado CatSper (que no casper, no confundamos). Y aquí entra la proteína ABHD2: Para que haya comunicación entre la progesterona y CatSper, es necesaria la nueva proteína descubierta, y todas en conjunto colaboran para que los espermatozoides muevan su cola.

El mecanismo para activar y desactivar espermatozoides

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Según los investigadores, toda esta cascada de reacciones químicas es esencial para activar y desactivar los espermatozoides. Las tres moléculas son importantes, pero la nueva proteína es la clave de todo. Después de todo, si los espermatozoides no nadan a una velocidad adecuada, no hay mucho que hacer.

Como ya adelantábamos al principio, si conseguimos fabricar una sustancia capaz de desactivar ABHD2, tendríamos un gran primer paso para llegar al anticonceptivo masculino definitivo.

Finalmente, esta investigación también ha dejado algunas preguntas por resolver respecto a otras sustancias que colaboran en la cadena de reacciones de la fertilización humana: ¿Por qué la progesterona puede actuar inmediatamente, o tardar días en producir una reacción? Es una sustancia que colabora en diversos procesos químicos tanto en el momento de la fertilización como en el ciclo menstrual de la mujer, y aún nos deja muchas dudas por resolver.