Estimulación eléctrica, ¿el futuro del tratamiento del ictus?
Usar la estimulación eléctrica cerebral o tDCS podría ayudar en la rehabilitación tras un ictus.
21 marzo, 2016 17:19Noticias relacionadas
Sufrir un ictus conlleva, en al menos el 33% de los individuos afectados, alguna secuela a largo plazo de la que jamás llegan a recuperarse.
Dichas secuelas pueden depender de infinidad de factores, como la zona cerebral afectada, la extensión de la lesión, el tipo de lesión (infarto o hemorragia), y la rapidez con la que se pare el ictus y se devuelva el riego sanguíneo de la zona.
Por otro lado tenemos el papel de la rehabilitación posterior, pues pueden quedar secuelas motoras (parálisis de alguna zona corporal) que acaban recuperándose total o casi totalmente, siempre que se realice la rehabilitación adecuada. Pero, ¿y si pudiésemos acelerar o mejorar dicha rehabilitación? Eso han pensado los investigadores de la Universidad de Oxford y han presentado su alternativa: Estimulación eléctrica cerebral.
Usando estimulación eléctrica transcraneal para tratar un ictus
La técnica usada, cuyo nombre completo es estimulación transcraneal con corriente directa, buscaría usar la estimulación eléctrica mediante electrodos colocados en la superficie del cuero cabelludo (a una corriente baja) y en una zona en particular con el objetivo de potencial la rehabilitación tras haber sufrido un ictus.
En el caso del experimento se usó un tipo de corriente eléctrica llamada tDCS anódica ipsilesional, que en resumidas cuentas significa que usaron una corriente eléctrica positiva en un lado determinado del cerebro. Dicho tipo de corriente ya se había usado anteriormente en individuos sanos para potencial el aprendizaje de habilidades motoras, por lo que es plausible pensar que puede tener efectos en personas afectas por un ictus.
Estimulación eléctrica contra el ictus, un pequeño experimento con grandes resultados
El estudio apenas incluyó a 24 voluntarios que habían sufrido un ictus y habían quedado afectos en su mano o brazo. Se dividieron en dos grupos para llevar a cabo rehabilitación de estas zonas afectas, con la diferencia de que uno de los grupos recibió estimulación eléctrica cerebral mediante la técnica tDCS durante ese entrenamiento de 9 días de duración. El otro grupo era control (tenían los electrodos puestos, pero no funcionaban).
Antes de llevar a cabo el entrenamiento, y durante los siguientes tres meses, se evaluó repetidamente la posible mejora de los pacientes.
¿Resultados? Aquellos individuos que habían recibido estimulación eléctrica mediante tDCS habían mejorado significativamente respecto al grupo control, a nivel clínico (podían mover mejor sus manos y brazos) y también por análisis de neuroimagen con resonancia magnética, pues los que habían recibido estimulación eléctrica destacaban por presentar mayor actividad cerebral en las áreas esenciales del movimiento corporal.
La estimulación eléctrica como rehabilitación tras un ictus: Un futuro prometedor
La conclusión de este grupo de investigadores es que el uso de estimulación eléctrica cerebral de tipo tDCS puede ayudar de forma significativa a aquellas personas afectadas por un ictus o accidente cerebrovascular, al menos a corto plazo.
Y recalcamos lo de “a corto plazo”, pues de momento aún no se han realizado suficientes estudios que indiquen que este tipo de técnica es segura y no conlleva efectos secundarios. Para la investigación sí hubo beneficios en las actividades diarias de los pacientes, pero el estudio apenas incluyó a 24 personas y duró 3 meses. Evidentemente son necesarias más personas, y mucho más tiempo de seguimiento.