¿Por qué nos enganchamos a las series?

Hoy en día es difícil encontrar a alguien que no esté enganchado a la visualización de, al menos, una serie.

Cuando éramos pequeños lo típico era aficionarse a las series que ponían semanalmente en la televisión. Así, cada semana, toda la familia se reunía junto a la televisión para ver aquellas series tan memorables: Farmacia de Guardia, Médico de familia, Los Serrano... Hoy en día las volvemos a ver y nos preguntamos por qué las seguíamos, pero el caso es que así era.

Sin embargo, poco a poco pudimos acceder a series extranjeras, primero en televisión y luego en Internet, a través de portales como el difunto series.ly . Después llegó Netflix y todos nos volvimos locos. Eso de terminar de ver un capítulo y que se empiece a cargar el siguiente es demasiado tentador como para mirar para otro lado, de modo que terminamos solapando unos con otros, haciendo que las temporadas que deberían durar un mes vuelen en menos de una semana.

El por qué de nuestra adicción a las series

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Si preguntamos por la calle seguro que nos darían un gran número de respuestas diferentes, dependiendo de factores como la edad, la profesión o el entorno de cada uno.

Este último puede tener mucho que ver, pues a menudo la presión social nos lleva a seguir series que no se nos hubiesen pasado jamás por la cabeza, si no fuese porque todo el mundo las ve.

Todo esto ha acabado generando lo que se conoce como el fenómeno “binge-watching”; del que, de hecho, ya os hemos hablado en otras ocasiones. Recientemente, este mismo mes, ha vuelto a entrar en el punto de mira de algunos profesionales, como la psicoterapeuta Hilda Burke, que considera que, en ocasiones, el visionado compulsivo de series puede estar asociado a una mala salud psicológica, ya que tienden a usarse como un vehículo para escapar de la realidad y rellenar los huecos que, en ocasiones, deja la soledad.

Las series tienden a usarse como un vehículo para escapar de la realidad y rellenar los huecos que, en ocasiones, deja la soledad.

Además, ha comprobado que, cuando terminan de ver una serie, algunos de sus pacientes sienten un vacío similar al que genera la droga cuando deja de consumirse, dando lugar a un aumento de la depresión. 

¿Debemos preocuparnos por estas teorías sobre la adicción a las series?

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Realmente todos en algún momento hemos dicho eso de “venga, un capitulito más”. Eso no significa que estemos deprimidos ni que necesitemos terapia psicológica. El problema viene cuando dejamos de cumplir con nuestras responsabilidades por ver ese capitulito más, descuidando también el ejercicio y la alimentación, hasta el punto de llegar a contraer enfermedades asociadas al sedentarismo. Sólo entonces deberíamos preocuparnos.

Así que, tranquilos, si aún os quedan por ver capítulos de Juego de Tronos para poneros al día no dejéis de daros prisa, que solo queda un mes para el estreno de la nueva temporada. Eso sí, sin dejar que la serie anules vuestra voluntad.