Fobia a los agujeros, el mal difundido por internet
La fobia a los agujeros, también llamada tripofobia, se ha hecho famoso debido a ciertas imágenes repugnantes y virales que seguro que conocéis. ¿verdad?
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Cada cierto tiempo, los tablones de nuestras redes sociales se ven invadidos por esas fotos un tanto desagradables de agujeritos agrupados en forma de panales que avisan de algún temible parásito que debemos evitar a toda costa.
Ante la visualización de estas fotos, lo normal es reaccionar de dos formas diferentes; o pinchando en el enlace en busca del resto de la noticia o apartando la mirada inmediatamente invadidos por el terror.
Y es que la simple disposición de esos agujeritos, uno junto a otro, tan ordenados y tan bien puestos ha demostrado ser objeto de una curiosa fobia, descrita por primera vez en 2005, que ha terminado de tomar protagonismo a través de estas imágenes virales.
¿En qué consiste la tripofobia o fobia a los agujeros?
La fobia a los agujeros, también conocida como tripofobia, es un curioso trastorno relacionado con un miedo patológico a la visualización de agujeros organizados en grupos simétricos o asimétricos.
Las personas que la padecen experimentan síntomas como taquicardia, náuseas o sudores fríos al ver este tipo de formas en cualquiera de sus formatos, desde panales de abeja hasta pompas de jabón.
¿Cuáles son las causas de la tripofobia?
Según estudios antiguos, este miedo puede deberse a causas evolutivas, ya que muchos animales venenosos como el pulpo de anillos azules, la cobra real o el escorpión muerte acechante poseen este tipo de patrón en algún lugar de su cuerpo, de modo que es posible que nuestros antepasados aprendiesen a temer los agujeros como modo de supervivencia.
Sin embargo, estudios más recientes intentan profundizar mejor en las causas de esta afección, que se diferencia de otras fobias en que el desencadenante del miedo es extremadamente variable.
Además, por norma general, las fobias surgen a raíz de experiencias traumáticas, como el mordisco de un perro o la picadura de una araña; sin embargo, con el caso de los agujeros no ocurre lo mismo. Entonces, ¿a qué se debe?
Pues según los últimos estudios, parece ser que la culpa la tienen las matemáticas, ya que la conformación geométrica de este tipo de estructuras requiere una mayor cantidad de oxígeno para ser procesada por el cerebro, pudiendo causar fatiga visual y dolor de cabeza. Sin embargo, aunque esto es algo normal, no todos reaccionamos del mismo modo. Estos científicos piensan que, inconscientemente, algunas personas tienden a apartar la vista como forma de evitar ese malestar, pero aún es un misterio para ellos por qué otros no hacen lo mismo.
¿Cómo se relacionan las imágenes virales con esta fobia?
Las imágenes típicas de parásitos que anidan en la piel y otros tipo de lesiones repugnantes, son claramente desagradables, independientemente de la forma de las cavidades.
Por lo tanto, las sensaciones creadas por estas fotos se deben a un efecto acumulativo entre el malestar asociado a la necesidad de un aporte extra de oxigenación cerebral y lo asqueroso de la foto en sí.
Además, queramos o no, nuestro cerebro tiene una gran capacidad de asociación y ver esas imágenes una y otra vez acaba aportando connotaciones negativas al simple hecho de observar muchos círculos juntos.
Por lo tanto, cuando os sintáis mal al visualizar patrones circulares no temáis, simplemente a vuestro cerebro le cuesta un poquito procesarlo, pero las pompas de jabón no os harán nada malo. Y si las imágenes de internet os parecen asquerosas, no os sintáis culpables por mirar para otro lado.
¿Aún no sabéis a qué imágenes nos referimos? Pues preparaos para mirar para otro lado si sois fácilmente impresionables, porque ahí va una.