Capturan el instante mágico en el que el espermatozoide se une al óvulo
Por primera vez se ha detectado el destello de la concepción, que puede ayudar a conocer la calidad del futuro embrión justo en el momento de la fecundación
29 abril, 2016 13:10Noticias relacionadas
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Antes de llegar hasta el óvulo, un espermatozoide debe recorrer un largo camino de obstáculos en continua lucha con otros muchos como él, de los cuáles sólo puede llegar uno.
Si eso tuviésemos que hacerlo nosotros, sin duda al llegar a la meta nos esperaría una fiesta con fuegos artificiales para celebrar nuestra hazaña; así que, ¿por qué iban a ser los espermatozoides diferentes? Hace tiempo que se observó en ratones un pequeño destello emitido en el momento de la fecundación que, además de resultar totalmente mágico, sirve como indicador de la buena calidad del embrión que se originará.
Desde entonces los científicos no han desistido en su intento por lograr detectar este destello también en células humanas y hoy, por fin, un grupo de investigadores de la Universidad de Northwestern puede asegurar que lo ha logrado, con todas las ventajas que eso supondrá de aquí en adelante para los tratamientos de reproducción asistida.
La historia del destello que ya se había detectado en ratones
Ya en 2011 estos mismos investigadores habían observado un curioso destello, producido por la emisión de átomos de zinc que se liberaban en los óvulos de ratones en el momento de la concepción.
Tres años después, en 2014, consiguieron filmarlo, obteniendo el primer vídeo de la historia en el que se podía observar la luz proveniente del zinc liberado en el momento justo en que la cabeza del espermatozoide se introducía en el interior del óvulo; pero, de nuevo, sólo pudieron hacerlo en ratones.
Este evento resultaba notablemente atractivo a la vista; pero, además, observaron que los óvulos que luego desarrollaban embriones más viables producían un destello mucho más potente, por lo que si conseguían reproducirlo en humanos, tendrían una herramienta magnífica para la determinación de los zigotos (unión del óvulo y el espermatozoide) que evolucionarán mejor en los ciclos de reproducción asistida.
El sensor fluorescente que ayudó a observar el destello de la concepción
Todo esto fue posible gracias a un sensor fluorescente capaz de seguir los movimientos realizados por el zinc en células vivas. Con él, se puede observar la existencia de miles de átomos de zinc que se encuentran en el interior del óvulo a la espera de salir en el momento de la fecundación por parte del espermatozoide. ¿Pero por qué se libera?
Tras la fecundación, el espermatozoide activa en el óvulo una serie de procesos que dan lugar a eventos muy importantes, como el bloqueo de la entrada de otros espermatozoides, la reactivación de la división por meiosis que se encontraba detenida en ese momento, la activación del metabolismo del óvulo y la síntesis de ADN. Todo este proceso está mediado por un incremento de los niveles de calcio, que desencadenará una cascada de sucesos entre los que se encuentra la liberación de zinc, que activa la división celular y el posterior desarrollo del embrión.
Para el experimento en humanos, estos científicos utilizaron una enzima espermática que activa el óvulo simulando la fecundación. Podría haberse hecho lo mismo directamente con espermatozoides, pero en Estados Unidos no es legal realizar este tipo de procedimientos con fines ajenos a la reproducción, como la investigación, por lo que tuvieron que usar esa alternativa; que, de todos modos, fue igualmente válida; ya que, justo después, se observó el disparo de zinc que, al unirse a moléculas emisoras de fluorescencia, pudo ser detectado por el microscopio.
¿Por qué ha sido tan útil este descubrimiento?
Actualmente, en reproducción asistida, cuando se fecunda un óvulo es necesario esperar a que pasen 24 horas para ver si se ha producido correctamente la fecundación y, después, a medida que evoluciona el embrión, existen criterios que ayudan a saber si se está desarrollando correctamente, pero todo requiere que pase el tiempo.
Sin embargo, gracias a este nuevo descubrimiento, la cantidad de fluorescencia emitida puede servir para saber la calidad del futuro embrión desde el mismo momento de la concepción, dando un dato muy bueno a la hora de seleccionarlo.
Aún es necesario pulir un poco los resultados, pero parece ser que estos científicos han dado con la clave de una herramienta que podría revolucionar el campo de la reproducción asistida. ¡Eso sí que merece fuegos artificiales!