Este número es ilegal y no deberías conocerlo

La imposición de leyes extravagantes es tan típica de Estados Unidos como la Casa Blanca.

De todos modos, aunque nos tengan acostumbrados, nunca dejarán de sorprendernos, como ha ocurrido en el caso que nos cuentan en el canal de Youtube de Wendover Productions, que trata sobre un larguísimo número cuya posesión o distribución está duramente castigada por la ley en el país del tío Sam.

¿La causa? Podría suponerse debido a que en el campo de las matemáticas encontrar un número primo largo es más o menos como en arqueología encontrar la tumba de Tutankamon, que está feo guardárselo para uno y lo mejor es compartir el tesoro con los demás. Sin embargo, en este caso la razón no es esa, sino algo mucho más técnico.

Estados Unidos y sus leyes peculiares

juicio-apple-samsung

Como sabéis, cada estado de los Estados Unidos tiene su propia legislación y, mientras que en algunos pueden parecer bastante blandos por la permisividad que existe a la hora de comprar y poseer armas, por ejemplo, en otros disponen de leyes cuya peculiaridad hace pensar que sean de broma.

Por ejemplo, en Carolina del Norte está prohibido jugar al bingo durante muchas horas seguidas. Y yo me pregunto, ¿qué hacen las jubiladas en ese estado? Desde luego, en España esta ley causaría como mínimo un golpe de Estado.

Por otro lado, en Misuri es ilegal conducir con un oso fuera de su jaula. No por lo que te pueda hacer el oso, sino por la multa que te puede caer si te pillan. Eso sí que es un zarpazo.

Y aunque hay muchas más, por último no podía dejar de contaros una muy, pero que muy importante. En California un coche sin conductor no puede ir a más de 96 kilómetros por hora. Esta es una ley muy seria; porque, en caso de ir muy deprisa, podría tener un accidente y causar un grave daño a los pasaj… bueno, pues eso, que te pueden multar.

El misterio de los números primos

numeros

Bromas de leyes aparte, sí que es cierto que los número primos largos encierran un gran misterio.

Como sabéis, los números primos son aquellos que sólo se pueden dividir entre sí mismos y entre el uno. Por ejemplo, el número 7 sólo se puede dividir entre siete y entre uno y no entre ninguno de los números que le preceden.

Esto es fácil de calcular en número pequeños, ¿pero qué pasa con los grandes? Es cierto que existen algunas normas de esas que estudias en primaria y olvidas para siempre, como que si el número termina en dos se puede dividir entre dos o que si acaba en 5 o 0 se puede dividir entre 5, pero aún así hay otros muchos números que resultan imposibles de identificar a simple vista.

Por eso, son muchos los matemáticos que dedican su trabajo a buscar número primos o, lo que sería mejor, un patrón para calcularlos todos. Y es que siempre se ha pensado que la formación de estos números a medida que nos acercamos al infinito es totalmente aleatoria, pero hace apenas un par de meses dos matemáticos de la Universidad de Stanford descubrieron un curioso patrón que confirmaba las sospechas de muchos teóricos de las matemáticas sobre la existencia de una fórmula capaz de predecir todos los números primos y, por lo tanto, supuso un gran hilo del que tirar en investigaciones futuras.

Mientras tanto, hasta el momento el número primo más largo que existe consta de 22 millones de dígitos, que desde luego que son muchísimos, pero los matemáticos quieren más.

El número primo ilegal que no deberías conocer

Si mezclamos la peculiaridad de algunas leyes americanas con la rareza que supone encontrar un número primo largo entenderemos que la ley de la que os hablamos hoy no es algo tan peculiar.

¿Pero cuál es el número originario de la ley? Se trata de un número muy largo, que comienza con los dígitos 85650789657397829 y continúa con otras 1402 cifras que no vamos a escribir aquí básicamente por dos razones. La primera porque me gustaría terminar este artículo para la hora de comer y la segunda porque puede ser que haya por ahí algún lector de Estados Unidos y no queremos buscarle ningún follón.

Allá por los años 90, un hombre, llamado Phil Carmody descubrió que la ejecución de este número se asociaba a un software que copiaba DVDs de manera ilegal.

De ese modo, pasó a convertirse en un número prohibido, que no se podía poseer, ni distribuir, ni nombrar… bueno, esto último no está prohibido; básicamente porque habría que ver quién es el listo que nombra un número de más de mil cifras, pero todo lo demás puede costarle al incauto que lo haga hasta su entrada inminente en prisión.

Por lo tanto, si os encontráis en este país, será mejor ser precavidos y no jugar con los números primos, que los carga el diablo.