Este trastorno, debido a la presencia de un cromosoma 21 de más, cursa con un gran número de síntomas muy variables, que van desde el retraso cognitivo hasta problemas en la vista, el corazón y otros órganos.

Todos los que hemos tenido en la familia a uno de estos pacientes hemos visto las tristes consecuencias de estos últimos síntomas, para los que de momento no parece haber ninguna solución, pero sí que se comienza a ver la luz en lo que al retraso cognitivo se refiere. Ya se ha demostrado que con ayuda psicológica y de profesionales de la educación especial se puede hacer mucho por el aprendizaje de estos niños, que de hecho pueden llegar a desarrollar carreras profesionales tan plenas como la de cualquiera de nosotros. Pues bien, a todo esto se suman los resultados de un nuevo estudio, publicado en The Lancet,  que ha puesto de manifiesto los efectos de un compuesto presente en el té verde, que puede revertir algunos de los síntomas cognitivos asociados al Síndrome de Down.

¿En qué consiste el tratamiento frente al Síndrome de Down?

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Este tratamiento ha sido desarrollado en varios centros, entre los que se encuentra el Centro de Regulación Genómica de Barcelona, e investiga los efectos de la epigalocatequina galato, un compuesto extraído del té verde que tiene la capacidad de restablecer los niveles normales de un conjunto de proteínas cuyo descontrol, mediado por la sobre expresión del gen DYRK1A, se asocia al retraso cognitivo del síndrome de Down. 

Esto se estudió previamente en ratones, pero después de comprobar lo positivos que fueron los resultados se puso en marcha un ensayo clínico en el que participaron 84 personas con síndrome de Down y edades comprendidas entre los 16 y los 34 años.

A la mitad de ellos se les administró un placebo, mientras que  al resto se les trató con epigalocatequina galato. Pasado un tiempo, estos últimos mostraron una serie de claras mejorías en funciones cognitivas como la memoria, la organización y la resolución de problemas en su vida diaria y el control de los impulsos.

Además, el diagnóstico por imagen mostró claras diferencias en la corteza cerebral de los miembros de los dos grupos del estudio.

Debe quedar claro que este tratamiento no cura el síndrome de Down, pero sí que puede hacer mucho más fácil la vida de estos pacientes en lo que a sus habilidades cognitivas se refiere.

Futuro del tratamiento frente al síndrome de Down

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Para poder estar seguros de la efectividad del tratamiento estos científicos necesitan repetir el estudio con un grupo de pacientes más grande y que además pertenezcan a lugares diferentes, por lo que se encuentran a la búsqueda de financiación.

Mientras tanto, algunos padres de niños con el síndrome ya están dando a sus hijos el extracto de té verde presente en establecimientos especializados, aunque estos científicos avisan que la dosis de epigalocatequina de estos formatos no está clara, por lo que no se sabe si puede ser efectiva o si puede afectar a otras proteínas, dando lugar a efectos secundarios desconocidos.

Por eso, lo importante es que pronto consigan la financiación suficiente para que puedan seguir investigando y en un futuro se pueda mejorar la calidad de vida de estos niños tan especiales. Ellos se lo merecen.