El loco plan para convertir asteroides en naves espaciales
La NASA está apoyando un proyecto que permitirá convertir asteroides en naves espaciales para minar sus materiales y controlarlos.
7 junio, 2016 12:25Noticias relacionadas
La NASA está apoyando un proyecto que permitirá tomar el control de asteroides, convirtiéndolos en naves espaciales gigantes.
Es digno de una película de ciencia ficción, pero la investigación es real. La nueva era de la exploración espacial ha comenzado y ahora mismo nos basta con los recursos que tenemos en nuestro planeta, pero llegará un momento en el que habrá que dar un nuevo paso.
Necesitaremos recursos del espacio que nos rodea y los asteroides son ricos en materiales minerales muy valiosos como el oro o el platino, o al menos eso dicen las investigaciones. La minería de asteroides es una realidad.
RAMA, el proyecto para minar y guiar asteroides
Si los asteroides no vienen a nosotros, vayamos nosotros a por los asteroides. Eso han pensando desde la empresa “Made In Space” y así nace RAMA (de Reconstituting Asteroids into Mechanical Automata), un proyecto para convertir asteroides en naves gigantes guiadas por sistemas autónomos.
El plan (que suena un poco loco) es el siguiente: enviar naves “semilla” a los asteroides, que se establecerían allí y aprovecharían los propios materiales del asteroide para crear mediante impresión 3D los sistemas de propulsión y almacenamiento de energía. Es decir, prácticamente todo surgiría en el propio objeto, en pleno espacio.
Eso sí, la idea no es convertir un asteroide en una nave espacial de última generación, con sistemas electrónicos y cohetes avanzados, sino todo lo contrario: utilizarían sistemas mecánicos primitivos para controlar el asteroide, minar sus materiales valiosos y, en algunos casos guiarlos hasta estaciones de minería situadas entre la Tierra y la Luna.
Proyecto a largo plazo, pero aplicable en la Tierra
¿Alucinante verdad? Los representantes de “Made in Space” están bastante seguros de que es viable en un futuro gracias al avance de la tecnología y a la mejora de sistemas de producción como la impresión 3D.
Se trata de una iniciativa privada, pero la NASA también está interesada en ver avanzar el proyecto, por eso ha sido financiado con 100.000 dólares en el programa de conceptos innovadores y avanzados que fomentan los desarrollos de “tecnologías de exploración espacial revolucionarias“. Otra cosa no, pero revolucionario es. Eso sí, se trata de algo a muy largo plazo, requiere al menos 20 o 30 años de desarrollo tecnológico y, con suerte, la primera nave semilla podría despegar de nuestro planeta a finales de la década de 2030.
La parte buena es que el desarrollo de RAMA no sólo serviría para extraer recursos en el espacio, sino que también tendría aplicaciones en la Tierra, permitiendo la construcción de instalaciones en lugares remotos de nuestro planeta para extraer materiales.