¿Qué pasa en el cerebro de un futbolista cuando falla un penalti?
Os contamos cómo puede el cerebro de un jugador de fútbol conducirle a cometer fallos en los penaltis según un grupo de expertos en psicología del deporte.
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La Eurocopa ya ha terminado para la selección española, pero aún quedan muchos jugadores en el campo y a buen seguro más de uno tendrá que pasar por el trago de lanzar un penalti que podría dar la victoria o la derrota a su equipo.
Si ya de por sí estos lanzamientos son una de las situaciones más estresantes a las que se puede someter un futbolista, imaginad lo que debe ser para ellos realizarlos en campeonatos tan importantes como la Eurocopa o la Copa América.
Esto lleva a que, en ocasiones, la presión acabe empujándoles a un fallo demasiado caro que se quedará rondando en su cabeza durante un periodo bastante grande de tiempo. ¿Pero qué pasa en su cerebro cuando se encuentran frente a la portería contraria dispuestos a disparar el balón hacia ella? Os contamos lo que han explicado respecto a ello un grupo de expertos en psicología del deporte en The Conversation.
¿A qué se deben los fallos en los penaltis?
Ésta parece una pregunta un poco tonta a la que se pueden dar muchas respuestas: porque el lanzador estaba nervioso, porque el portero era muy bueno, porque le pudo la presión, porque el futbolista era muy malo y el seleccionador debería haber elegido a otro (ésta es típica de la afición culé cuando el jugador era del Real Madrid y al contrario)…
Se podría decir que todas estas explicaciones tienen parte de razón, pero al fin y al cabo la mayoría de ellas se pueden explicar en base al funcionamiento del cerebro, concretamente al desarrollo de dos procesos conocidos como “proceso operativo” y “proceso de seguimiento”
¿Qué son el proceso operativo y el proceso de seguimiento?
El proceso operativo se corresponde con todos los pasos que debemos seguir para llevar a cabo una acción. Por ejemplo, si vamos a lanzar un penalti, tendremos en cuenta los pasos que daremos hacia atrás, cómo correremos hacia el balón y en qué dirección lo patearemos.
Por el contrario, el proceso de seguimiento es un acto inconsciente que nos lleva a estudiar el entorno en busca de los factores que podrían salir mal. Por ejemplo, en el caso del penalti sería un fallo golpear el poste tras el lanzamiento.
Estos procesos actúan en conjunto, retroalimentándose el uno al otro, ya que cuando el cerebro detecta qué es lo que podrá salir mal se pasa esta información al proceso operativo, que lo incluirá en los pasos a tener en cuenta.
¿Cómo afecta el estrés de un campeonato al funcionamiento normal del cerebro?
Lógicamente, no es lo mismo fallar un penalti en un partidito de barrio que hacerlo durante la tanda de penaltis de un partido clasificatorio en un gran campeonato, por lo que en este caso se debe sumar el factor estrés a la ecuación anterior.
Esto afectaría al proceso operativo, ya que se añadiría a todos los pasos la ansiedad de intentar no hacerlo mal. Por el contrario, el proceso de seguimiento no se ve afectado, ya que al ser un acto inconsciente no afecta a los espacios cognitivos. Sin embargo, esto no es exactamente una buena noticia, ya que igualmente pasa la información de lo que puede pasar mal a los procesos operativos, haciendo que el cerebro se centre tanto en ello que no pueda pueda pensar en otra cosa y dando lugar a lo que se conoce como “error irónico”.
¿Cómo pueden los futbolistas evitar estos errores irónicos?
Por un lado, es lógico que las técnicas de relajación pueden ser de gran ayuda, ya que ayudan a disminuir el factor ansiedad. Sin embargo, otra opción muy útil sería cambiar los pensamientos previos al lanzamiento. Por ejemplo, en vez de pensar en todo momento “no debo dar en el poste“, sustituirlo por “debo introducir la pelota dentro de los postes“. Así se eliminarán estos pensamientos negativos en los que podría centrarse el cerebro.
Entrenar el cuerpo es importante para vencer en los deportes, pero no sirve de nada si no se entrena también la mente. Y el caso de los penaltis es un gran ejemplo.