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¿Cuáles son las diferencias entre meteoritos, asteroides y cometas?

Os contamos las diferencias entre algunos conceptos de la astronomía que tienden a confundirse, como meteoritos, asteroides y cometas.

13 julio, 2016 20:33

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La astronomía es un tema apasionante, por lo que unos más y otros menos, pero al final todos nos interesamos por aprender sobre ella.

Esto llega a tal punto que muchas veces tenemos claros conceptos tan complejos como las ondas gravitacionales o los agujeros de gusano, pero cuando nos hablan de asteroides, meteoritos o cometas no tenemos del todo claro cuál es cuál.

Por eso, en este artículo os vamos a hacer un breve resumen de la definición de cada uno de estos conceptos, explicando las diferencias entre cada uno de ellos para que nunca más tengáis dudas al respecto en vuestras conversaciones sobre astronomía.

Conceptos de astronomía que a veces resultan confusos: meteoroides, asteroides y cometas

Los meteoroides: el origen de los meteoritos

meteorito-2

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Para empezar, vamos a hablar de los meteoroides. ¡Pero si eso es lo mismo que los meteoritos!, diréis. Pues no es exactamente que sean lo mismo, sino que el meteorito es un fragmento de meteoroide. Veamos, por lo tanto, qué son estos fenómenos, en general.

Los meteoroides son cuerpos celestes del Sistema Solar de diámetro muy reducido, que se encuentra entre los 100 µm y los 50 m. Os puede parecer que 50 m es un tamaño muy grande, pero para un cuerpo que orbita en torno a una estrella de más de un millón de kilómetros de diámetro se considera algo extremadamente pequeño.

De todos modos, estos límites en su tamaño son algo más o menos orientativo, básicamente para diferenciarlos del polvo cósmico, que se encuentra por debajo del extremo menor, y de los asteroides y cometas, que se sitúan por encima del máximo.

Por lo general, los meteoroides son trozos de cometas o asteroides, aunque también pueden ser rocas expulsadas de satélites y planetas o incluso restos resultantes de la formación del Sistema Solar.

¿Cómo vemos los meteoroides desde la Tierra?

meteorito

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Cuando un meteoroide atraviesa la atmósfera de un planeta, en nuestro caso la Tierra, aumenta mucho su temperatura, por lo que se vaporiza en parte o completamente. A continuación se produce la ionización del gas resultante de esta vaporización, que comenzará a brillar, dando lugar a lo que comúnmente conocemos como estrella fugaz.

En algunas ocasiones, de estos cuerpos celestes sobreviven fragmentos que llegan al suelo, dando lugar a los famosos meteoritos.

Los cometas, los astros de hielo

cometa

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Por encima de los meteoroides nos encontramos con los cometas, que son cuerpos celestes constituidos por polvo, hielo y rocas que se encuentran girando alrededor del Sol.

Las órbitas que siguen pueden ser tanto hiperbólicas, como parabólicas o elípticas, aunque las más habituales son las últimas.

Al contar con el hielo entre sus materiales, cuando su recorrido los sitúa muy cerca del Sol, éste se derrite por el aumento de temperatura y pasa directamente a estado gaseoso. Como resultado de este proceso se forman unas estructuras conocidas como comas o cabelleras, que se transforman en la famosa cola del cometa a consecuencia de los vientos solares a medida que la distancia entre el cometa y el astro rey se va acortando.

¿Cómo se originan los cometas que vemos desde la Tierra?

cometa-halley

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Principalmente los cometas proceden del cinturón de Kuiper y la nube de Oort, donde se encuentran girando en órbitas que, como os he dicho al inicio, normalmente tienen forma elíptica.

Pero estos astros no son los únicos que se encuentran ubicados en torno al Sol, sino que “su viaje” se puede ver perturbado por la influencia de otros cuerpos celestes. Por eso, cuando una estrella pasa muy cerca del Sistema Solar, se produce una perturbación que puede generar la expulsión violenta del cometa fuera del Sistema Solar o el acortamiento de su órbita. 

El acercamiento al Sol, que dará lugar a la formación de la cola como vimos en la introducción,  tiene lugar una vez cada miles de años en el caso de los cuerpos procedentes de la nube de Oort y en periodos muchos más cortos en los que se sitúan en el cinturón de Kuiper. Sin embargo, existen algunas excepciones, como la del cometa Halley, que a pesar de tener un periodo de 76 años tiene su ubicación en la nube de Oort.

Cada vez que se produce dicho acercamiento, la sublimación (paso de sólido a gas) generada dará lugar a una pérdida de masa, por lo que el cometa será cada vez más pequeño, llegando a un punto en que no tendrá más material que sublimar y se apagará, convirtiéndose en un asteroide.

Los asteroides, los astros sin cola… o no

asteroide nochebuena 3

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Vale, la última frase del apartado de los cometas da una pista sobre la composición de los asteroides.

Y es que estos cuerpos celestes contienen básicamente metales y rocas, por lo que un cometa sin hielo podría considerarse algo similar a un asteroide.

Sin embargo, poseen otras muchas diferencias. Para empezar, los asteroides no tienen cola, ya que sus materiales no se vaporizan al calentarse. Sin embargo, se han dado unos pocos casos de asteroides con una estructura parecida a la cola, originadas después de que choquen con otros asteroides, propiciando la expulsión de nubes de gas y polvo procedentes de su superficie.

Otras diferencia entre cometas y asteroides es su procedencia; pues ya hemos visto que los cometas vienen de la nube de Oort o el cinturón de Kuiper, mientras que la mayoría de asteroides se encuentran en el Cinturón de Asteroides situado entre las órbitas de Marte y Júpiter. Además; según las teorías de algunos astrónomos, la formación de ambos cuerpos celestes debió ser en zonas distintas, por lo que los asteroides se originarían en zonas mucho más cercanas al Sol, de modo que sus materiales no pudiesen permanecer en estado de hielo.  

Por último, las órbitas también son diferentes, pues las de los asteroides son circulares y cortas, al contrario que las de los cometas, que suelen ser más extensas y alargadas.

En resumen, de menor a mayor nos encontramos primero con el polvo cósmico, después con los meteoroides y, por último, con los cometas y los asteroides, que poseen varias diferencias, aunque la más clara es su composición, que contiene polvo, rocas e hielo en los primeros, mientras que sólo consta de metales y rocas en los segundos.

¿Os han quedado claros los conceptos? Esperamos que después de la lectura de este artículo ya no os suene nada a chino cuando escuchéis una noticia sobre astronomía y que si veis fenómenos tan extraordinarios como la bola de fuego que surcó el cielo de varios lugares de España hace sólo unos días, podáis saber de dónde viene, aunque se encuentra a millones de kilómetros de nosotros.