Descubren el misterio del orgasmo femenino
El orgasmo masculino tiene una clara función reproductiva, mientras que el origen del orgasmo femenino era un misterio que parece haber sido resuelto.
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Hasta hace nada, las causas por las que se produce el orgasmo de las mujeres eran todo un misterio.
Probablemente nuestro público femenino se esté preguntando a qué se debe tanto dilema, si está más que claro que su única y maravillosa función es producir placer.
Sin embargo, aunque los daños colaterales sean magníficos, debió ser una causa más seria la que llevó a que evolutivamente desarrolláramos este mecanismo. En el caso de los hombres no cabe ninguna duda de su origen; pues el orgasmo coincide con la eyaculación, por lo que la causa es meramente reproductiva, pero las mujeres podemos quedarnos embarazadas perfectamente sin pasar por el orgasmo, por lo que la razón debe ser otra. O quizás no, ya que la respuesta que acaba de dar un grupo de investigadores de la Universidad de Yale va más o menos por el mismo lugar que el orgasmo masculino, pero para comprenderlo debemos retrotraernos a un momento muy lejano de la historia de la especie humana.
La ovulación inducida y el origen del orgasmo femenino
Como sabéis, las mujeres tenemos un ciclo reproductivo de 28 días en cuyo centro, aproximadamente, se encuentra el momento de la ovulación, independientemente de nuestra actividad sexual.
No ocurre lo mismo en las hembras de otros mamíferos, como el conejo o el gato, en las que la ovulación sólo se produce si tiene lugar el coito.
Así, en el caso de estos animales el orgasmo se considera un desencadenante de la ovulación y, con ello, de la reproducción, por lo que su origen está más que fundamentado, pero nuestro ciclo menstrual hace imposible que compartamos esta hipótesis.
Sin embargo, sí que es cierto que durante el clímax sexual las mujeres secretamos grandes cantidades de oxitocina y prolactina, ambas hormonas que también se encuentran relacionadas con el proceso ovulatorio.
Por eso, la teoría de estos investigadores, que ha sido publicada recientemente en The Journal of Experimental Zoology, sostiene que posiblemente en una pasado nuestra especie también ovulaba de forma inducida; pero que, por alguna causa que aún se encuentra por determinar, en un momento dado comenzaron a producirse ovulaciones espontáneas, dejando el orgasmo como un mecanismo vestigial.
Una teoría sostenida por la ubicación del clítoris
Si comparamos a nuestra especie con las que desarrollan ovulación inducida, comprobaremos que las hembras del segundo grupo tienen el clítoris situado dentro del canal vaginal, mientras que las humanas lo tenemos en un punto fuera de la vagina, justo por encima de ella.
Pero parece ser que esto no fue siempre así, ya que estos investigadores llevaron a cabo una comparativa de genitales femeninos que sacó a la luz un curioso traslado del clítoris, que en un pasado se encontraba en el mismo lugar que el de otros mamíferos.
¿Y qué tiene esto de importancia?, os preguntaréis. Pues mucho, en realidad; pues, como sabéis, muchas mujeres son incapaces de llegar al orgasmo durante el coito, debido a que nuestro centro de placer se encuentra fuera de la vagina. Como consecuencia, si nuestras ovulaciones fuesen inducidas el éxito reproductivo sería mucho menor, por lo que parece lógico que la migración del clítoris se produjera a la vez que aparecieron las ovulaciones espontáneas.
Aún quedaría mucho por investigar, principalmente para saber el por qué de todos estos cambios; pero lo que sí parece estar claro, según este estudio, es que el orgasmo femenino es un mecanismo vestigial. Y ni tan mal, ¿eh?