Los peores súper poderes que podríamos tener en la vida real

Utilizar los términos “súper poderes” y “vida real” en la misma frase ya indica que vamos a hablar de casos hipotéticos, pero eso no quita que sean interesantes.

Está claro que los súper poderes son cosa de cómics y películas de ciencia ficción, por lo que les permitimos a sus autores la licencia de dar a sus protagonistas cualidades que los convertirían en desgraciados antes que en súper héroes, pero como estamos aquí para hablar  de ciencia os vamos a contar algunos de los poderes que, según un vídeo reciente del canal Screen Rant, serían un verdadero incordio para sus portadores.

Dejando a un lado la imposibilidad de que estos poderes existan o no y asumiendo que por alguna razón llega a haber sobre la tierra alguien con esas capacidades, tendría problemas muy serios que, desde luego, no le dejarían muchas ganas de salvar el mundo. Veamos una lista de algunos de ellos.

Súper poderes en la vida real

1. Súper oído de Superman

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En realidad no hay que ser un experto en física cuántica para comprender que en la vida real este problema sería verdaderamente molesto.

Sí, vale, con su súper oído Superman podría escuchar a cualquier persona en peligro, por muy lejos que esté, pero también escucharía absolutamente todos las voces y los ruidos a su alrededor, haciéndole imposible dormir, descansar o enterarse de lo que le dicen en una conversación directa.

Pero bueno, durante su tiempo como adolescente granjero en Smallville, Clark Kent se ocupó de aprender a dominar este pequeño inconveniente; así que, va, se lo perdonaremos, que para eso es un alienígena.

2. Telepatía del profesor X

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Como sabéis, la telepatía es la capacidad de oír los pensamientos de los demás y resulta un poder muy interesante, pues sirve al Profesor X para comunicarse con sus compañeros sin necesidad de hablar y, además, para anticiparse a las acciones de sus enemigos.

Todo eso está muy bien, pero no debemos olvidar que dicho don también le permitiría a Charles Xavier escuchar otros pensamientos que le resultarían indiferentes, desde los más simples hasta otros mucho más profundos, pudiendo dar lugar a una sobrecarga emocional.

3. La invisibilidad de la mujer invisible

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Ser invisible mola, diga la ciencia lo que diga. Todos hemos querido serlo alguna vez, especialmente después de meter la pata con mucha gente observando, pero la verdad es que será mejor que nos quedemos como estamos, pues la invisibilidad podría dejarnos ciegos, de modo que los demás no podrían vernos, pero nosotros tampoco podríamos verlos a ellos.

Esto se debe a que, para que podamos ver, la luz debe inicidr en el epitelio de la retina del ojo, desde dónde se formará el estímulo nervioso que viajará hasta la corteza visual para producir la imagen de lo que vemos. Por eso, la retina invisible de Sue Storm no podría ejercer esta función, desencadenándole una ceguera que sólo podría recuperar dejando atrás su invisibilidad.

4. El teletransporte de Rondador Nocturno

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El teletransporte es uno de los súper poderes más interesantes a nivel científico; pues, junto a los viajes en el tiempo, se trata de una habilidad con cuya obtención se ha coqueteado en más de una ocasión.

Sin embargo, tal cual lo pintan en cómics y filmes como los de X-Men, podría dar lugar a ciertos problemillas, como una dolorosa fusión con objetos pequeños en el lugar del desplazamiento.

5. El Dr. Manhattan y su manipulación del tamaño

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La capacidad del Dr. Manhattan para hacerse mucho más grande no parece tener más que ventajas, pues con el aumento de sus dimensiones también se incrementarían su fuerza y su capacidad para alcanzar objetivos imposibles para un simple y pequeño humano.

Sin embargo, no debemos olvidar que el cuerpo humano (y el mutante también) no está preparado para soportar una estructura mayor que la que normalmente tiene, por lo que posiblemente tras sus estiramientos padecería terribles dolores y sus órganos se resentirían, como lo hacen en la vida real los de los “gigantes”; que, al contrario que en las películas, no son muchísimo más altos que un humano medio. 

6. La súper fuerza de Hulk

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La súper fuerza está muy bien para luchar con los villanos, pero en la vida real sería una verdadera condena.

¿Recordáis el cuento del rey Midas, que deseó transformar en oro todo lo que tocaba y terminó haciéndolo también con toda la comida y la bebida que pasaba por sus manos e incluso con su propia hija? Pues en este caso pasaría algo así, pues no podría sujetar un vaso sin romperlo, teclear sobre un ordenador sin hundir las teclas o dar un apretón de manos a alguien sin romperle todos sus huesos. ¿Le seguís viendo ventajas?

7. La alteración de la realidad de La Máscara

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Además de ser un personaje muy divertido, La Máscara tiene la capacidad de alterar la realidad de una forma disparatada, sólo con pensarlo.

Sin embargo, el subconsciente podría enredar las cosas , pues el don podría permanecer mientras se duerme o se fantasea, dando lugar a consecuencias terribles. ¿Imagináis que se cumpliera todo lo que pensáis? ¡Sería un verdadero desastre!

8. La inmortalidad de Lobezno

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A todos nos encantaría vivir eternamente, pero nos gustaría hacerlo en el mundo en que vivimos, con las personas que queremos.

Sin embargo, ser inmortal supone ver morir a todas las personas queridas y, además, también conlleva que en un futuro lejano, en el hipotético caso del fin de la humanidad, nos quedáramos solos vagando por la Tierra. 

Visto así resulta aterrador.

9. Pícara y la absorción de poderes

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Si a bote pronto todos los poderes parecen ser geniales, lo que tiene que ser verdaderamente increíble es poder absorberlos todos, como lo hace Pícara, un personaje de los X-Men que, además, también puede absorber energía vital y recuerdos de los demás.

Sin embargo, por un lado sería un problema muy grande, porque se sumarían todas las desventajas que hemos visto hasta ahora; pero, por otro, si nos centramos en cómo sería este don en la vida real, en realidad ni sería don ni sería nada, pues al no haber nadie más con poderes, no habría nada que absorber.

10. Spiderman y su habilidad para escalar paredes

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Escalar por las paredes debe ser una forma genial de cruzar la Gran Vía de Madrid en plenas compras de Navidad o cualquier otra calle abarrotada del mundo, sin tener que andar chocando con desconocidos cada dos segundos.

Sin embargo, si nos comparamos con el gecko, que es el animal más grande con la capacidad de escalar, para tener su adherencia tendríamos que tener unos pies del número 145 y, en ellos, unas almohadillas que terminaría de darnos un aspecto embarazoso y muy poco útil para pasar desapercibido.

Como veis, todo esto sólo es una forma divertida de ver lo mal que funcionarían los súper poderes en la vida real, pero no debemos olvidar que el cine y los cómics en gran medida se componen de historias ficticias y, siempre que no se le peguen muchas patadas a la ciencia tratando de ser rigurosos, no tenemos por qué criticarlos.