Hoy vamos a hablar de un síndrome de síntomas muy peculiares.

En esta página hemos visto muchos ejemplos de trastornos mentales caracterizados por la presencia de alucinaciones, que a menudo giran en torno a un tema concreto, como ocurre en el caso del síndrome del que os vamos a hablar hoy.

Se trata del Síndrome de Jerusalén y las personas que lo padecen están tan obsesionados con el cristianismo o el judaísmo y la Tierra Santa que se obcecan hasta el punto de llevar toga y predicar la palabra de Dios, como si de un personaje de la Biblia se tratara.

Características del síndrome de Jerusalén

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Como os decía, el síndrome de Jerusalén es un trastorno mental caracterizado por la presencia de alucinaciones, que se suele originar después de que el paciente visite Tierra Santa.

Normalmente se trata de personas que previamente mostraban inestabilidad mental y que quedan tan impresionadas al viajar a un lugar tan místico que su fe se transforma en obsesión, haciéndoles creer que se encuentran en la Jerusalén de la época del mismísimo Jesucristo, comportándose como si fuesen personajes de la Biblia, decantándose normalmente los pacientes judíos por el antiguo testamento y los cristianos por el nuevo.

A pesar del nombre del síndrome, los síntomas no tienen por qué empezar necesariamente en Jerusalén, sino que pueden aparecer en cualquier región del mundo que conlleve connotaciones místicas para el paciente, que puede pertenecer tanto al sexo masculino como al femenino, particularmente con edades entre los veinte y los treinta años.

Normalmente la vuelta a casa es más que suficiente para que remitan los síntomas, aunque a menudo también es necesario recurrir a la ayuda psicológica, especialmente para tratar los problemas mentales previos que dieron lugar al síndrome.

Otros trastornos viajeros

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Del mismo modo que el síndrome de Jerusalén, existen otros trastornos mentales que se asocian a la visita a lugares muy concretos.

Por ejemplo, es muy conocido el síndrome de Stendhal, que se caracteriza por la aparición de un grave cuadro de ansiedad en aquellas personas que se sienten sobrepasadas al visitar un sitio muy bello.

A menudo estas personas deben ser tratadas con ayuda psicológica, del mismo modo que les ocurre a las que se ven afectados por el Síndrome de París, una afección mental muy diferente, cuyos pacientes normalmente son japoneses que se sienten frustrados al comprobar que la capital francesa no cumple las expectativas de belleza que se habían formado en su cabeza.

Esto no quiere decir que viajar a París o Jerusalén tenga connotaciones mentales preocupantes, sino simplemente que una persona con problemas psíquicos previos puede sentirse sobre pasada al viajar a cualquiera de estos lugares.

¿Qué opináis? ¿Conocíais estos trastornos?

Imagen: Gianluca D’Auri Muscelli/iStock/Thinkstock