Maria Goeppert, la Premio Nobel que no cobró nada durante 50 años
Hoy, en la sección de mujeres científicas, os hablamos de Maria Goeppert-Mayer, una premio Nobel cuyo trabajo recibió muchas trabas por ser mujer.
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Hoy, en la sección de mujeres científicas os vamos a hablar de Maria Goeppert-Mayer, una física que, a pesar de llevar a cabo investigaciones tan valiosas que merecieron el Premio Nobel, no tuvo un trabajo debidamente remunerado hasta después de cumplir los cincuenta años.
Vivió durante las primeras décadas del siglo XX y quizás su historia pueda parecernos muy lejana, pero lo cierto es que podría ser perfectamente un caso actual, pues son muchos los casos de hombres y mujeres que, aún derrochando pasión y dedicación en lo que hacen, o no cobran o tienen una remuneración muchísimo más baja de lo que merecen.
Por eso y porque fue la segunda mujer, después de Marie Curie, en ganar el Premio Nobel de física, sin duda su historia merece ser contada y por eso la hemos seleccionado para hablaros de ella esta semana.
Biografía de Maria Goeppert-Mayer
Maria Goeppert nació en 1906, en una región hoy perteneciente a Polonia que entonces formaba parte del Imperio Alemán.
Cuando ella tenía cuatro años, su padre fue nombrado catedrático de Pediatría de la Universidad de Gottinga, por lo que toda la familia se trasladó a esa ciudad, en la que la pequeña pudo vivir de cerca un ambiente lleno de ciencia e intelectualidad del que quiso formar parte desde muy joven.
Así fue como, alentada por su padre, decidió no resignarse a ser sólo un ama de casa, como le hubiese correspondido a una mujer de su época, y comenzar a estudiar, primero en un centro que preparaba a las pocas chicas que decidían tomar estudios superiores, y después en la Universidad de Gotinga, donde tuvo profesores tan prestigiosos como Max Born.
Allí finalizó primero su licenciatura y después su doctorado, basado en un concepto físico conocido como proceso de fotones doble y calificado por científicos posteriores como una obra maestra de esta materia.
Carrera científica de Maria Goeppert-Mayer
El padre de Maria murió mientras ella realizaba su doctorado, por lo que la madre tuvo que recurrir a alquilar habitaciones de su casa a estudiantes extranjeros, entre los que se encontraba Joseph Edward Mayer, que después se convertiría en el marido de Maria.
Y fue precisamente ahí dónde se lanzó su carrera como investigadora, ya que desde la Universidad de Gottinga, el matrimonio viajó hasta la de Columbia y la de California, donde Joseph consiguió trabajos como investigador y Maria sólo como colaboradora, debido a que el sexismo de la época dificultaba que una mujer pudiese llevar a cabo trabajos remunerados en este tipo de ámbitos.
Esto no hizo que ella se rindiera, pues decidió seguir investigando, llevada sólo por la pasión y el amor por la ciencia. Esto le valió posteriormente puestos a tiempo parcial, como profesora e incluso como investigadora, en trabajos tan conocidos como el proyecto Manhattan, diseñado para el desarrollo de la bomba atómica, pero aún así no fue hasta los 53 años cuando consiguió su primer trabajo remunerado y a tiempo completo.
Sea como sea, durante su estancia en todos los centros de investigación por los que pasó fue mejorando sus cálculos, hasta obtener una demostración del Modelo de Capas Nuclear que le valió el Premio Nobel de Física en el año 1963.
Los titulares de los periódicos aquel día echaron humo con titulares como éste: “Una madre de La Jolla gana el Premio Nobel”. ¿No os recuerda a ciertos Juegos Olímpicos muy recientes?
Es lamentable que este tipo de cosas sigan pasando; aunque lo que sí es una gran noticia es que siga habiendo mujeres que demuestren al mundo que en términos de esfuerzo por conseguir lo que se quiere no hay diferencias entre hombres y mujeres. Nos pongan las trabas que nos pongan.