Sin duda el oso panda es uno de los animales más entrañables que existen.

Casi todo el mundo ha tenido de pequeño una reproducción de peluche de estos ositos, que desprenden ternura por todos los poros de su cuerpo. Además, sus movimientos torpes y perezosos lo convierten en un animal muy simpático, cuya vida nos gustaría experimentar, aunque sólo fuese por un día.

Sin embargo, como ocurre con tantas otras especies, en las últimos años el peligro de extinción en el que se encontraba era una lamentable realidad, conocida por todos, que podría haber dado con un gran desenlace recientemente, pues la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza acaba de borrarlo de la lista de animales en peligro de extinción, para pasarlo a la de especies vulnerables, despertando la alegría de los sectores más positivos de la sociedad y el enfado de los que consideran que se trata de una medida demasiado precipitada. Sea como sea, nosotros consideramos que es un gran momento para hablaros un poco de este oso, convirtiéndolo por lo tanto en nuestro animal curioso de esta semana.

El oso panda, un animal enorme

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Conocido también como panda gigante, el oso panda es un animal de grandes dimensiones, que puede llegar a pesar 125 kilogramos y medir casi dos metros.

Sin embargo, para llegar hasta ahí necesitan mucho bambú, pues nacen con 140 gramos de peso y el tamaño de una barrita de mantequilla, haciendo a las crías muy vulnerables al ataque de algunos depredadores, como el leopardo, del que deberán protegerlas sus madre en la medida de lo posible.

¿Por qué el oso panda está (o estaba) en peligro de extinción?

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Aunque, del mismo modo que ocurre con otros osos, los osos panda son animales omnívoros, por lo general se alimentan a base de bambú, de modo que la deforestación causada por el ser humano en las zonas de Asia en las que habita, ha llevado a que su alimento escasee, provocando la muerte de muchos de estos animales.

Por otro lado, las hembras de oso panda sólo ovulan una vez en el año, teniendo por lo tanto sólo dos o tres días fértiles en todo ese tiempo. A muchas mujeres esto nos puede parecer una bendición, pues una ovulación anual supone una regla anual, pero si lo extrapolamos al tema reproductivo es un verdadero fastidio, pues disminuye muchísimo las probabilidades de concebir, afectando negativamente a la población de la especie en cuestión, que para colmo en este caso sólo da a luz una o dos crías, de las cuáles la madre suele elegir sólo a una para criar.

El oso panda, un oso que no hiberna

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Terminando con algunas de las mayores curiosidades del oso panda, nos encontramos con el hecho de que, al contrario que otros osos, no hiberna, pues el bambú no le aporta grasas suficientes para permanecer durante un periodo tan largo sin comer.

Pero a ellos no les importa, porque viven la vida con mucha calma. Esperemos que esta nueva noticia no sea una falsa alarma y que, por lo tanto, puedan vivir así de tranquilos durante muchos años más.