Un tiburón de dos cabezas ha aparecido en un laboratorio de Málaga
Os hablamos de un curioso embrión de tiburón de dos cabezas que ha aparecido en un laboratorio de investigación de la Universidad de Málaga.
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Si un tiburón ya de por sí da miedo, imaginad lo que se debe sentir al ver un tiburón de dos cabezas.
Pero no, los investigadores de la Universidad de Málaga que han descubierto este tiburón no han tenido miedo, sino más bien curiosidad, ya que se trata sólo de uno de los embriones que formaban parte de un estudio sobre el sistema cardiovascular.
Sus resultados han sido publicados en Journal of Fish Biology, y en ellos se habla de los pormenores fisiológicos de este hallazgo, añadiendo también lo difícil que habría sido para él llegar a sobrevivir en el mar.
Un curioso embrión de tiburón de dos cabezas
El ejemplar encontrado es un embrión de pintarroja del Atlántico, una especie pequeña de tiburón que sólo se encuentra en una zona muy concreta del Océano Atlántico.
Esto hace difícil de por sí encontrar tiburones de este tipo más allá de su territorio, y prácticamente imposible que tengan dos cabezas.
El ejemplar encontrado es un embrión de pintarroja del Atlántico
En el caso de este embrión, cada cabeza está perfectamente formada, con un cerebro, una boca, dos ojos y cinco aberturas branquiales en cada lado. Además, los dos tiburoncitos pegados también tenían dos corazones, dos esófagos, dos estómagos y dos columnas vertebrales, pero tenían que compartir intestino, por lo que habrían tenido serios problemas para la supervivencia.
¿Cuáles son las causas de la mutación del tiburón de dos cabezas?
Al ver este tipo de animales es fácil que nuestra imaginación vuele hacia la contaminación del agua, o incluso la radiactividad, pero según los responsables del hallazgo, las causas parecen ser más el resultado de una mutación genética aislada que de la influencia del ambiente.
De hecho, es un caso tan aislado que sólo se conocen en la literatura científica otros siete ejemplares, de los cuáles la mayoría no llegaron más allá del estado de embrión.
Y es que este pobre tiburoncito de dos cabezas lo habría tenido muy difícil en el mar, ya que son animales que viven principalmente de la caza y el nado a gran velocidad le habría resultado muy complicado en este estado.
De momento, y aunque las causas no parecen ser ambientales, se espera hacerle un nuevo análisis, que saque a la luz si algún tipo de trastorno metabólico o infección viral pudo dar lugar a esta aberración en el desarrollo. Por lo demás, sólo queda imaginar cómo habría sido este tiburón si hubiese llegado a sobrevivir, aunque fuese unos días, en el mar. ¿Se parecería al tiburón toro de dos cabezas que apareció en Florida en 2013?