Partículas magnéticas para transportar fármacos en el organismo
Os hablamos del uso de partículas magnéticas como recurso de interés para dirigir fármacos de forma específica por el interior del organismo.
19 noviembre, 2016 11:58Noticias relacionadas
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Una de las misiones esenciales de un fármaco es actuar sobre una región concreta del organismo.
Sin embargo, la mayoría de ellos se liberan en él de forma masiva hasta que durante su viaje, por probabilidad, llegan a la zona enferma que se pretende tratar.
Esto, por un lado, es un desperdicio, pues en el proceso se puede perder parte del fármaco y, por otro, puede producir efectos secundarios indeseados al actuar sobre otras áreas que no están afectadas por la patología que se pretende tratar. Por eso, el uso de drogas unidas a partículas magnéticas, fácilmente dirigibles, es una grandísima opción que lleva muchos años investigándose, aunque en muchas ocasiones con problemas que le restan viabilidad. Sin embargo, un equipo de investigadores de la Universidad Quingdou de Ciencia y Tecnología ha desarrollado un procedimiento a base de cristales superparamagnéticos que podría suponer la solución definitiva a este dilema científico y sanitario.
Cristales superparamagnéticos para dirigir fármacos
Ya se había utilizado previamente partículas superparameganéticas para dirigir fármacos en el interior del organismo con ayuda de un campo magnético externo, que los guiaría hasta su destino.
Sin embargo, por norma general estos cristales son muy pequeños, por lo que en el momento que se elimina el campo magnético tienden a agruparse todos juntos, formando cúmulos indeseados.
Por eso, la búsqueda de cristales más grandes, que sean más sensibles a la sensibilidad del campo utilizado y se queden justo en el sitio en el que se dejen, sin unirse a los demás, se ha convertido en un objetivo deseado a la par que complicado, pues para conseguirlo se necesitan unas condiciones muy concretas de presión y temperatura, bastante difíciles de obtener.
Y el reto por fin se ha conseguido; pues, como cuentan en un estudio de Physics Letters, un equipo de investigadores de la Universidad Quingdou ha conseguido desarrollar estos cristales de magnetita, que podrían revolucionar campos de medicina como la oncología, al suponer una alternativa muy efectiva frente a las técnicas de quimioterapia, que causan grandes efectos secundarios con motivo de la inespecifidad de la dirección de las drogas utilizadas.