Ahora que parece que por fin la lluvia se está dignando a visitar hasta los lugares más desérticos de España, las nubes se convierten en algo bastante frecuente en nuestros cielos.

Es muy habitual ver cómo se forman en el cielo, pero lo que no es ni mucho menos tan conocido es su origen a nivel microscópico.

Y puede parecer una tontería, pero en realidad conocer este tipo de datos resulta de muchísima utilidad para la comprensión de la función que ejercen las nubes en la regulación de la temperatura del planeta. Por eso, un equipo de investigadores del Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico ha llevado a cabo un estudio en el que captan de primera mano el proceso conocido como nucleación, en el que, literalmente, nacen las nubes.

¿Cómo es el nacimiento de las nubes?

Nubes

Aunque los científicos saben cómo crece el hielo para dar lugar a las nubes, hasta ahora no sabían prácticamente nada de su nacimiento, que tiene lugar a través de un proceso conocido como nucleación.

En realidad es lógico que se sepa poco sobre el proceso, pues tiene lugar en la atmósfera, a unos 6 kilómetros de altura, que hacen bastante complicada su observación.

Se sabe que el proceso tiene lugar a unas condiciones extremas, de temperatura muy muy bajas y humedad relativa alta, que facilitan que el vapor de agua se acumule fácilmente sobre cualquier partícula que encuentre flotando por aire, ya sean cenizas volcánicas, polvo emitido por aviones o incluso microbios.

El experimento que ha recreado el nacimiento de las nubes

nucleacion-nube

Para tratar de capturar este proceso de nucleación, los científicos responsables del estudio que hoy nos ocupa se encargaron de reproducir las condiciones antes mencionadas de humedad y temperatura, facilitando también pequeñas partículas que sirvieran como soporte.

Dichas partículas estaban compuestas por un mineral arcilloso, llamado kaolinita, y tenían unas dimensiones muy pequeñas, inferiores a las tres micras.

Todo el proceso tuvo lugar en el interior de una pequeña cámara, a la que se asoció un microscópico electrónico de barrido, que hizo en todo momento fotos del proceso.

Y, voilà. de este modo, consiguieron grabar el momento exacto en el que comenzaba a formarse el núcleo de hielo que después daría lugar a toda una nube. Si queréis, podéis verlo en el siguiente vídeo.

Es emocionante ver de primera mano algo que ocurre continuamente a seis kilómetros por encima de nuestras cabezas.