Muere Vera Rubin, la mujer que ayudó a descubrir la materia oscura
Os hablamos de la recién fallecida Vera Rubin, una astrónoma que, a pesar de no haber sido aceptada en Princeton por ser mujer, hizo grandes descubrimientos
27 diciembre, 2016 09:41Noticias relacionadas
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2016 se va, y con él se han ido un gran número de personajes relevantes en todo tipo de campos.
Por ejemplo, ayer nos despertábamos con la noticia de la marcha del famoso cantante George Michael, y hoy lo hacemos sabiendo que el mundo de la ciencia está de luto por la muerte de Vera Rubin, una astrónoma que aportó las primeras pruebas concluyentes de la existencia de la materia oscura.
Todo eso lo hizo sin haber sido aceptada en la Universidad de Princeton por el simple hecho de ser mujer y habiendo obtenido su doctorado a la vez que cuidaba de sus hijos. Sin duda son motivos más que de sobra para recordarla, pero no sólo hoy, sino todos los días, pues el mundo avanza gracias a personas como ella. Sean del sexo que sean.
Los primeros pasos de Vera Rubin
Nacida en 1928, a los 20 años Vera Rubin obtuvo un Bachelor of Arts en la Universidad de Vassar; pero, no contenta con eso, decidió matricularse en la Universidad de Princeton con el fin de graduarse en Astronomía, aunque no consiguió el acceso debido a la prohibición que dicha universidad imponía a la entrada de mujeres.
Ante la negativa, no se rindió y lo siguió intentando hasta ser aceptada como estudiante de física en la Universidad de Cornell, en la que estudió bajo la dirección de científicos tan influyentes como Richard Feynman, obteniendo la formación necesaria para llevar a cabo el doctorado a la vez que cuidaba de los dos más pequeños de sus cuatro hijos.
Y así fue como empezó su carrera como investigadora, en primer lugar en la Universidad de Carnegie, en la que comenzó los estudios que la llevaron a poner el primer grano de arena para uno de los hallazgos más importantes de la historia de la astronomía.
Vera Rubin y las pruebas de existencia de la materia oscura
En la Universidad de Carnegie también trabajaba Kent Ford, un científico que había desarrollado espectrómetros muy avanzados que permitían medir con facilidad la velocidad de rotación de un gran número de galaxias de espiral, como la propia Vía Láctea.
Curiosamente, comprobó que las estrellas del centro de la galaxia y las que se encontraban más alejadas, en los extremos, se movían a la misma velocidad, algo que no era posible basándose en las leyes de Newton salvo que existiera algún tipo de materia invisible en su interior.
Así, Vera Rubin aportó las pruebas necesarias para confirmar lo que ya había postulado de forma teórica en 1933 el astrónomo Fritz Zwicky.
Desde entonces, y aunque en un principio sus pruebas se tomaron con recelo, las teorías sobre la materia oscura han sido totalmente aceptadas y Rubin ha obtenido un gran número de premios entre los que, según muchos, también debería haberse encontrado el Nobel de Física.
Lamentablemente, ya no está entre nosotros, pero su trabajo quedará patente de por vida; porque, pasen los años que pasen, la joven que no fue aceptada en Princeton por ser mujer estará ahí, para recordarnos que la materia oscura existe. Y que ella fue capaz de descubrirlo.