La Nochevieja ya está aquí y con ella llega el momento de decidir qué vamos a cenar, cómo nos vamos a vestir y cuál va a ser nuestro plan para comernos las doce uvas a tiempo y sin atragantarnos.

Y es que da igual si somos supersticiosos o no. Parece que si no nos tomamos las dichosas uvas el año empieza con el peor de los pies, por lo que nos empeñamos en engullirlas a toda costa.

Pues tenemos una buena noticia. ¡Tenéis un segundo más para tomarlas! Que sí, que es poco tiempo, pero todo consiste en saber aprovecharlo.

La Nochevieja tendrá un segundo más

reloj

Siendo estrictos será el año, en general, el que tendrá un segundo más, ¿pero por qué?

Como os hemos contado en otras ocasiones, en la actualidad el estándar según el cual se ajustan los relojes de todo el mundo es el UTC (Tiempo Universal Controlado), que se basa en las mediciones de los conocidos como relojes atómicos.

Al contrario que antiguamente, cuando el tiempo se medía en base a a la posición del Sol, en la actualidad se utilizan estos relojes, que funcionan mediante la transferencia de energía entre átomos, porque son mucho más precisos, de modo que un día (un giro completo de la Tierra sobre su eje) se establece como 86.400 segundos atómicos.

Hasta ahí todo parece correcto. El problema es que estos segundos atómicos son estables, mientras que se ha comprobado que, debido a causas como la aceleración de marea de la Luna, la Tierra gira cada vez más despacio, a razón de 1’7 m/s cada siglo, dando lugar a un desfase en el tiempo que debe corregirse con ayuda de los conocidos como segundos intercalares.

El desfase terrestre que hace necesario un segundo más

segundo extra

Estos cambios en la velocidad de la Tierra tampoco son constantes, por lo que los científicos del Servicio Internacional de Rotación de la Tierra y Sistemas de Referencia se encargan de comprobar cada año el desfase temporal existente, pues sólo será necesario recurrir a los segundos intercalares si éste es de más de 0’9 segundos.

Si esto ocurre, el segundo extra, que se verá en los relojes como 23:59:60, se debe colocar el último día de junio o de diciembre y, además, para prevenir las consecuencias negativas que esto puede tener en áreas como la informática, se debe a visar a la población con seis meses de antelación, de modo que se puedan tomar las medidas necesarias para que todo funcione correctamente.

Y sí, os lo avisábamos hace seis meses y os lo recordamos hoy: 2016 terminará con un segundo más y cada uno podéis elegir en qué queréis aprovecharlo, pero terminar de engullir las últimas uvas no es una mala opción. Eso sí, con calma y sin atragantamientos. ¡Que disfrutéis el año nuevo!