La inteligencia artificial es un campo que aún está por estudiar y del que falta mucho por aprender. Y es que aunque durante los últimos años hemos visto grandes avances en la materia, aún quedan por descubrir grandes cosas.

Google tiene grandes planes en este sentido y así lo ha demostrado con su proyecto AlphaGo del que ya hemos hablado en otras ocasiones en Omicrono. ¿Estará el futuro de nuestro planeta en manos de máquinas con IA?

Apoyándose en una técnica llamada “aprendizaje de refuerzo”, los nuevos robots creados por Google se han entrenado para realizar una tarea en particular repitiéndola una y otra vez.

La inteligencia artificial es todo un mundo por descubrir

Tal y como ya hemos mencionado antes, aún queda mucho por descubrir y este proyecto aún está en las primeras etapas. Pero está claro que representa un movimiento mucho más amplio hacia las máquinas que pueden aprender a hacer las cosas por su cuenta.

La esperanza está puesta en que el aprendizaje de refuerzo y los métodos relacionados puedan acelerar el desarrollo de robots autónomos. Y a medida que este movimiento toma forma, el hardware robótico también está evolucionando rápidamente.

“Lo que nos interesa realmente son los robots capaz de interactuar con los seres humanos”, dijo Ronnie Vuine, fundador del inicio de la robótica Micropsi.

Por supuesto, todo es mucho más grande y complejo de lo que podríamos llegar a imaginar. Desarrollar este tipo de tecnologías no es nada barato y requiere de una gran inversión. Es por este motivo que muchos investigadores están utilizando simulaciones digitales para explorar el aprendizaje de refuerzo antes de pasar al mundo físico.

Un buen ejemplo podemos encontrarlo en OpenAI, el laboratorio de inteligencia artificial de Elon Musk. Gracias a una plataforma de software llamada Universe, los “agentes” de la IA pueden hacer uso del aprendizaje de refuerzo para controlar aplicaciones informáticas de todo tipo, desde juegos a navegadores web.

Todo esto podría ayudar a construir agentes que consigan trabajar en el mundo real, tal y como señalan desde Wired. Si podemos conseguir que un agente de IA controle un juego de conducción, seguro que podemos hacer que conduzcan en la vida real.

Sea como sea, lo cierto es que el futuro de la IA es prometedor y sus aplicaciones pueden ser infinitas. Imaginad un agente de IA capaz de ayudarnos a construir nuestras casas, reparar nuestro vehículo o escoltarnos por las calles en mitad de una noche oscura.