¿De verdad la Raspberry Pi sirve para todo?
La Raspberry Pi siempre se postula como la solución universal a cualquier proyecto electrónico casero. Y con razón, pues ha fundado la ‘revolución maker‘, como muchos dicen. Si queremos hacer un centro multimedia, se recomienda una, si queremos hacer un miniPC casero, ahí está también, y si queremos ambientar nuestro salón con luz LED, ahí está también la dichosa Raspberry Pi.
En parte, es así por una razón: puede usarse para casi cualquier cosa. Pero, si profundizamos un poquito más, veremos que igual sí que es mejor otros boards antes que la Raspberry Pi.
El principal motivo para no comprar o recomendar siempre una de estas es porque no siempre se necesita tanta potencia (es decir, porque sobra, y eso es dinero) o porque a veces se necesita más (es decir, que falta).
La optimización del presupuesto, la clave
Sería inútil comprar una Raspberry Pi (con su potencia) para simplemente encender o apagar un LED, por ejemplo
Y esto es algo clave: en Ingeniería de Control y Automatización lo primero que se enseña siempre es a optimizar el presupuesto. Si no necesitamos tanta potencia, ¿por qué gastar dinero de más pudiendo comprar una placa más económica?
Vale, sí, si solamente compramos una no notaremos la diferencia entre los casi 40 euros que cuesta una Raspberry Pi y entre los 20 euros que costaría una de menores especificaciones.
En cambio, si necesitamos, por ejemplo, 10, por el motivo que sea, evidentemente no es rentable: donde gastamos 400 euros podríamos gastar solamente la mitad.
Sigamos con los ejemplos de antes: para un centro multimedia, por ejemplo, sí que sería apropiada una Raspberry Pi, pues aparte de que cumple con las especificaciones necesarias, viene como anillo al dedo para el proyecto; por otro lado, para un miniPC, por mucho que digan lo contrario, no es suficiente; por último, para ambientar nuestro salón con luz LED podría valer un Arduino UNO (unos 20 euros) o incluso alguna versión china (que cuesta unos 6 euros).
Eso sí, la Raspberry Pi parte con ventaja
Eso sí, un punto a favor (y tanto) hacia la Raspberry Pi es que cuenta con una comunidad mucho mayor. Y es que, como se recomienda ‘para todo’, pues al final hay todo tipo de proyectos en Internet para simplemente descargar e instalar (sin tener que estar haciendo nada complicado ni técnico, vamos).
Incluso a nivel de componentes compatibles tiene muchas más opciones que cualquier otro. Entonces, volvemos a lo de antes: si quieres hacer algún proyecto DIY (Di It Yourself; hazlo tú mismo) concreto y sin saber absolutamente nada de programación, pues sí, es interesante
No obstante, si lo queremos para algo más, deberíamos gastar un poco más de tiempo en buscar un candidato mejor (que puede que al final siga siendo el mejor candidato).
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