¿Comenzaremos a llevar chips para almacenar identificación o tarjetas de crédito?
Esta empresa de Wisconsin, Estados Unidos, ha comenzado un programa para colocar chips dentro de los empleados. La compañía es Three Square Market (32M) y, aunque no sea de prever, se dedican a vender productos comestibles al por menor.
Por supuesto, es una acción voluntaria (es más, se espera que 50 de 75 empleados se nieguen). A partir de la próxima semana ya se podrán realizar tareas de la empresa mediante este método de identificación.
Un paso más hacia los cyborgs
Son del tamaño de un grano de arroz y se implantan en la mano, entre los dedos índice y pulgar. En concreto se trata de chips de identificación por radiofrecuencia (RFID). Este chip no necesita estímulo (contacto), sino que es inalámbrico y envía por radio la información cuando detecta que se le ha mandado una petición. Es lo que se conoce como NFC.
Pero no quieren que solamente lo lleven los empleados, sino que la intención es que en un futuro se pueda comprar incluso con este chip. Por el momento se podría usar para abrir puertas, usar fotocopiadoras, ingresar a ordenadores, desbloquear teléfonos y almacenar información médica.
De las primeras, pero no pionera
No es la primera empresa en hacerlo, aunque sí en Estados Unidos. Ya en abril de este mismo año una empresa sueca colocó también chips NFC entre el pulgar y el dedo índice, en el mismo lugar. Y es que ni siquiera se trata de una nueva tecnología, sino que es la que se usa para identificar a animales, por ejemplo a perros.
La seguridad, el mayor problema
Dejando de lado que son biométricamente seguros, ¿quién controla que no se almacene, por ejemplo, la frecuencia con la que un empleado va a trabajar o la frecuencia con la que un empleado realizar ‘x’ tarea? Desde luego, se podría flaquear muy fácilmente la Ley de Protección de Datos.
¿Qué pasará cuando despidan a los empleados?