Passenger Drone ya ha presentado un prototipo funcional de su taxi volador autónomo.

Cuando los coches autónomos ni siquiera están del todo desarollados y cuando aún ni siquiera han llegado a nuestras calles (de un modo masivo), hay varias compañías alrededor del mundo desarrollando el helicóptero autónomo, posiblemente uno de los impulsores más capaces para llevar la tecnología autónoma a nuestro día a día.

Hace poco vimos el drone eléctrico y autónomo que podía llevar hasta dos pasajeros en un vuelo de media hora a 100 km/h. Lleva en desarrollo desde 2011 y la matriz de Mercedes-Benz y Smart es el principal socio financiero del proyecto. Hace unos días se hizo el primer vuelo de prueba y fue el mismísimo príncipe heredero de Dubai el que pulsó el botón, aunque no se subió y el vuelo se realizó vacío.

Taxis voladores y autónomos, lo próximo

En este caso se trata de una empresa desconocida que lleva en desarrollo del taxi volador autónomo desde hace 3 años. Se llama Passenger Drone, tal cual, y ya tiene un prototipo totalmente funcional. En el siguiente vídeo podemos verlo en un viaje de prueba sin pasajeros:

Tiene 16 rotores eléctricos, a diferencia del taxi volador de Dubai que incorpora 2 más, un total de 18. Tiene una autonomía de unos 32 kilómetros y puede alcanzar una velocidad punta de 80 kilómetros/hora, magnitudes también inferiores al taxi financiado por Mercedes, que como decíamos es capaz de alcanzar los 100 km/h durante media hora.

También se han realizado pruebas con pasajeros, por supuesto (aunque sin tener que conducir):

Los sistemas de estabilización y la circuitería en general está conectada mediante fibra óptica, lo que aumenta la fiabilidad y seguridad del helicóptero gracias al aumento significativo de velocidad en la transmisión de datos.

Según la firma detrás de este helicóptero, no hay ni un solo cable tradicional en la máquina aparte de los cables de alimentación, donde por supuesto que son totalmente necesarios y como única opción. De momento es capaz de llevar hasta dos personas al mismo tiempo.

No solamente es una muy buena idea para descongestionar el tráfico en ciudades muy grandes y sobrepobladas, sino que también serviría como vehículo de auxilio en zonas de difícil acceso o en rescates, por ejemplo para recoger a alguien que ha quedado atascado haciendo senderismo o, incluso, para rescates en mar abierto (con las modificaciones pertinentes, por supuesto).