El más reciente informe de los 500 superordenadores más potentes del planeta revela el dominio absoluto de Linux en superordenadores.

Todo el mundo sabe que, en el sector de los ordenadores de sobremesa y portátiles, Windows es el rey; de hecho, es que ni siquiera podemos decir que haya competición. MacOS y Linux son los que más se acercan, pero no son mas que la excepción a la regla.

El caso de Linux es especialmente doloroso para cualquiera que lleve décadas siguiendo su desarrollo; la frase “el año de Linux en el escritorio” se ha convertido en un chiste a estas alturas. Sin embargo, hay un sector de ordenadores en el que la comunidad de Linux puede presumir como ninguna.

El dominio Linux en superordenadores es absoluto

Me refiero a los superordenadores, enormes servidores capaces de realizar los cálculos más complejos jamás intentados. Sistemas que ocupan plantas enteras, y en los que se invierten millones de dólares; en ese terreno, Linux es el rey.

Así lo ha confirmado Top500, un proyecto que reúne información de los grandes superordenadores del planeta; dos veces al año, la lista se renueva con los nuevos contendientes y con información como la potencia que tienen, el país de procedencia o el sistema operativo usado.

La nueva lista, publicada hace unas horas, confirma el dominio absoluto de Linux. Todos los 500 ordenadores más potentes del mundo usan Linux; normalmente una versión personalizada y adaptada por el fabricante.

Por ejemplo, el ordenador más potente, el Sunway TaihuLight, posee nada menos que 10.649.600 núcleos (sí, más de diez millones), y unos nada despreciables 1.310.720 GB de memoria RAM. Todo ello para un rendimiento de más de 93.000 TFlop/s.

Semejante bestia necesita un sistema operativo completamente adaptado a sus necesidades; y Linux es la base perfecta gracias a su potencia y su modularidad. El sistema operativo se llama Sunway RaiseOS 2.0.5, y ha sido desarrollado en China.

China conquista los superordenadores

“China” es un nombre que se repite mucho en la lista; nada menos que 202 supercomputadoras de la lista de 500 son chinas, y las dos más potentes son del país asiático. De esta manera se queda muy por delante de EEUU y Japón, que completan el podio.

Linux ya era un habitual en estas listas; el 2015 fue el último año en el que un sistema Windows entró en la lista, y el año pasado aún quedaban un par de modelos basados en Unix.