Una médico de EEUU no podrá recuperar su licencia después de renunciar a ella. Todo por “no saber” usar el ordenador para seguir un programa de control de opiáceos.

Cada vez la medicina y la tecnología están más y más conectadas. Desde aspectos tan inocuos como extender recetas desde un ordenador y una impresora, a cosas tan avanzadas como operar con la ayuda de unas Hololens. Y la tendencia a futuro apunta incluso a contar con hospitales conectados por completo, todo con diferentes propósitos.

Pero, ante el auge de tanta tecnología, surge una pregunta a la que nadie ha dado respuesta todavía. ¿Qué ocurre si un médico no quiere usar toda esa nueva tecnología? ¿Qué pasa si un médico quiere seguir haciendo las cosas como hasta ahora, con medios analógicos o no tan modernos como los ahora disponibles?

La médico que se niega a usar ordenador

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La historia comienza de la mano de la doctora Anna Konopka, una ex-médico del estado de New Hampshire. Konopka renunció a su licencia para ejercer hace poco tiempo, según Ars Technica, después de tener hasta cuatro investigaciones contra ella.

Entre todas esas investigaciones, una de las principales quejas era que Konopka no usaba el programa de control de opiáceos del estado. Este programa, informático, controla cuántos opiáceos receta cada médico a sus pacientes. Konopka se negó a usarlo, alegando que “no tengo tiempo para aprender [a usar un ordenador]”.

En octubre de 2017 renunció a su licencia a causa de estas investigaciones. Según el acuerdo al que se llegó, Konopka podía volver a solicitar su licencia, pero tiene que demostrar que ella no ha actuado mal. El juez ha desestimado la solicitud y la renuncia seguirá vigente.

¿No usar ordenador y ser médico es compatible?

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El caso de la doctora Anna Konopka quizás tiene poco que ver con el uso de un ordenador, y más con las alegaciones respecto a sus prescripciones de opiáceos. Pero eso no ha impedido que genere la pregunta. ¿Se puede ser médico y rechazar toda la tecnología que se está imponiendo en los últimos años?

Medicina es una carrera en la que nunca se deja de aprender, como bien dijo nuestro compañero Roberto Méndez. Ya no hablamos de tecnologías, hablamos de que dentro de la propia medicina las cosas pueden cambiar radicalmente de un año para otro. Si un médico no está dispuesto a aprender a usar algo nuevo que le puede ayudar en su trabajo, ¿no está rechazando esa parte de ser médico? ¿O quizás no este capacitado para seguir ejerciendo?

Pero, y por la otra parte, puede que un exceso de tecnología no sea beneficioso para la medicina. Tampoco ha crecido con ordenadores todo el mundo y adaptarse a ellos puede ser un auténtico desafío, algo que no eliminaría el buen hacer del médico en su labor. Cada caso puede ser un mundo, y valorarlos todos con la misma regla tampoco es la mejor idea.

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