Hace poco todos los titulares de la prensa tecnológica apuntaban a que la Unión Europea (UE) estaba en proceso de regulación del Bitcoin (BTC). Lo que se afirmaba que la UE pretendía, en concreto, era directamente acabar con el anonimato que ofrece el Bitcoin y el resto de criptomonedas. Y es que este anonimato está siendo aprovechado para cometer actos delictivos.
Es lo mismo que ocurre, por ejemplo, con el ‘anonimato’ de Telegram, el famoso competidor de WhatsApp, que es usado por los terroristas yihadistas para comunicarse libremente. Es sabido por todos, y de hecho hay un gran dilema en cuanto a ello: ¿se debería regular el anonimato en la red para acabar con este tipo de tácticas usadas por terroristas y delincuentes?
Y es que el Bitcoin, gracias al modo en el que funciona, es totalmente anónimo. Alguien podría realizar una transferencia a otra persona y nunca se sabría. Realmente queda constancia de la transferencia, pero se desconoce siempre quién es el emisor y el receptor, por lo que nunca se podría saber si alguien ha enviado o recibido mediante este método.
Las transacciones no van asociadas a un DNI, ni siquiera a una cuenta de usuario. En este caso, en concreto, se asocian a una clave alfanumérica de hasta 34 dígitos de tipo ‘1HHMQaCvq8mcf2qV8b8KbzZbq11V4XQoj’, por ejemplo. Detrás de ese número puede estar cualquier persona: desde un hacker hasta un terrorista.
No hay forma de identificar a la persona que esté detrás, salvo si alguna de las dos personas realiza una transacción en algún portal como Coinbase o como cualquier otro monedero online o exchanger, pues estos tienen acceso a la IP real y a la identidad de las personas que están tras esas cuentas. Y eso es lo que supuestamente querían hacer desde la UE: regular para que los exchangers estuvieran obligados a ceder información de todos los monederos.
De este modo, los hackers que realizan ataques de tipo ransomware, por ejemplo, que consiste en secuestrar los archivos de un ordenador concreto mediante cifrado hasta que se pague una cantidad en BTC, podrían ser identificados fácilmente simplemente mediante la identificación de ese monedero. Lo mismo ocurriría con los terroristas, reclutadores de estos últimos que se encuentren en otros países, y cualquier tipo de delincuentes, que lo usarían como método para traspasar dinero incluso desde un país a otro de forma virtual y sin dejar rastro.
La Comunidad Europea no regulará el Bitcoin, aún
Pero no, la Comisión Europea, al menos de momento, no está regulando el Bitcoin (ni el resto de monedas virtuales), ni se lo está planteando, si quiera, según ha declarado Pierre Moscovici, un funcionario de la Comisión Europea, en una entrevista del medio online Bloomberg. «No consideramos [refiriéndose al Bitcoin] como una moneda alternativa».
Las palabras del funcionario de la CE son claras: el Bitcoin no es una moneda alternativa ni al Euro ni a cualquier otra. Añaden, además, que es debido a que no consideran que en esta etapa deban reaccionar como cuerpo político regulador, a pesar de que lo han estudiado.
Valdis Dombrovskis, Vicepresidente de la Comisión Europea, advierte tanto a los bancos como a los particulares del riesgo que conlleva invertir en criptomonedas. Y, de hecho, se muestra preocupado por la volatilidad del Bitcoin. Recordemos que hace unos días bajó prácticamente desde su máximo (rozando los 20 000 dólares) hasta los 11 689 euros, encontrándose de nuevo en los 15 880 dólares.
A pesar de que la UE no lo reconozca como tal, hay ya algunos países de la mancomunidad europea que sí reconocen el BTC como una moneda alternativa. Suiza, por ejemplo, acepta pagos en sus administraciones mediante este método, y Estonia se planteó crear una moneda propia (el Estcoin), pero la UE falló en contra debido a que un país de la Comunidad Europea solamente puede acuñar el Euro, por lo que se podría crear de forma extraoficial y adoptarla.