Lo que ocurrió en Chernóbil y en Fukushima es totalmente una catástrofe, pero todavía se puede sacar algo bueno de todo esto convirtiendo ambos sitios en grandes granjas solares desde las que generar energía limpia, tal y como estudiamos y publicamos el año pasado. Las zonas contaminadas son extremadamente grandes y convertirlas en plantas solares es una forma de ayudar a la naturaleza.

Las plantas solares el problema que tienen es que inutilizan por completo grandes áreas de terreno. Como estos terrenos ya están ‘inutilizados’, al menos para la actividad humana, se convierten en perfectos para esto. Una planta del tamaño de Chernóbil podría perfectamente producir un cuarto de lo que en su momento producía la planta nuclear, que, junto con otras fuentes de energía limpia, llegaría hasta el 35%.

Y actualmente está ocurriendo: Ucrania está convirtiendo la ‘Zona Cero’ de Chernóbil en una gran planta solar capaz, por el momento, de alimentar un pueblo completo. La inversión inicial es de 1 millón de euros y la planta, que está compuesta por 3800 humildes paneles solares (alrededor de dos campos de fútbol), tiene una potencia de 1 MW (que plantean convertir en 100 MW en un futuro). Está solamente a 100 metros del sarcófago que está resguardando todo el material radiactivo arrojado.

Un primer paso para convertir Chernóbil en una granja ‘limpia’

Y esto es solamente una pequeña superficie de dos campos de fútbol, mientras que la zona total de exclusión es de alrededor 260 000 hectáreas (unos 2600 kilómetros cuadrados), una zona muchísimo más grande de lo que actualmente se va a explotar y que podría alimentar a cientos de miles de hogares más. Esta zona se calcula que podrá volver a ser habitable dentro de 24 000 años.

planta solar chernobil

La tierra de Chernóbil es muy barata y por ello hasta 60 compañías se han interesado en la construcción de plantas solares

Pero no es la primera planta que se instala en esta zona de exclusión (sí la primera, en cambio, en la ‘Zona Cero’, gracias a que las emisiones de radiación se han reducido tras la instalación de sarcófago, y ha sido posible realizar la instalación, reduciéndose a una décima parte). Anteriormente ya se había instalado otra cuatro veces más grande, de 4,2 MW, en Bielorrusia, situada también, como decimos, dentro de la zona considerada como contaminada.

La instalación de las placas solares se está realizando sobre el pavimento que no ha sido retirado, pues excavar el suelo está estrictamente prohibido debido a que supondría la liberación de más radioactividad. Se espera que esté en funcionamiento en las próximas semanas.

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