Estándares de vídeo, hay muchos, pero los principales son el HDMI, DisplayPort y Thunderbolt, o al menos los actuales. Y no todos son iguales, por lo que cada uno de ellos ofrece algo distinto. Es muy importante tanto a la hora de comprar una tarjeta gráfica como a la hora de comprar una pantalla o monitor (y que ambos tengan compatibilidad entre sí, por supuesto).
HDMI
HDMI es el estándar más viejo que actualmente se usa. Se comenzó a producir en 2003 y desde entonces prácticamente ha sido el rey. De hecho, es el sustituto del antiguo euroconector. Su uso es universal, pues se usa tanto en televisores, como en consolas, como en teléfonos móviles incluso, así como en cualquier dispositivo que use imagen (incluso se usa en sonido).
La última versión (2.1), presentada en el CES 2017 de Las Vegas, incluyó soporte para resoluciones hasta 10K y el ancho de banda asciende hasta los 48 Gb/s. También comenzó a soportar HDR dinámico (es decir, que la iluminación se ajusta frame a frame). También se comienza a soportar 8K a 60 FPS y 4K a 120 FPS.
DisplayPort
DisplayPort también es bastante antiguo, pero no tanto. Nació unos 5 años más tarde que el HDMI, en 2007. Este otro estándar tiene una tasa de transferencia relativamente menor: desde los 48 Gb/s del HDMI 2.1 pasamos a 32,4 Gb/s. También permite emitir resoluciones 8K a 60 Hz y 4K a 120 Hz, igual que el HDMI.
Soporta multirruta (multi-stream en inglés), por lo que desde un solo puerto de DisplayPort podremos conectar varias pantallas si contamos con un ‘ladrón’. La imagen no se duplica en tantas pantallas haya, por supuesto, sino que en cada pantalla se verá una parte de esa imagen. Esto es algo especialmente útil si trabajamos con varias pantallas, pues no necesitaremos tantos puertos como en HDMI.
Thunderbolt
Por último, tenemos a Thunderbolt, conocido comúnmente como USB-C, que está comenzando a ser incorporado en teléfonos móviles y en ordenadores, sobre todo. Es el más reciente, de 2009, aunque no se comenzó a producir hasta 2011. El caso de Thunderbolt es especial, pues se trata de un cable todo-en-uno, literalmente, pues sirve como PCIe, como HDMI y como DisplayPort. Es decir, que como mismo sirve para traspasar datos, también para emitir imagen.
En cuanto al ancho de banda, ofrece 40 Gb/s, por lo que se posiciona a medio camino entre HDMI (38 Gb/s) y DisplayPort (32,4 Gb/s), pero sin distanciarse mucho de ambos (de hecho, tiene una distancia de 8 Gb/s a ambos). Puede transmitir 4K a 120 FPS, como los demás, y también tiene multirruta, pero con un máximo de dos señales 4K a 60 FPS.
Thunderbolt elimina la necesidad de tener dos puertos (un HDMI y un DisplayPort) en el ordenador para tener mayor compatibilidad, pues el mismo Thunderbolt funciona tanto con un cable HDMI como con un cable DisplayPort.
¿Con cuál nos quedamos?
El problema de comparar estos distintos estándares es que, aparte de cada uno ofrece una cosa distinta (por ejemplo, HDMI ofrece ancho de banda, DisplayPort la multirruta y Thunderbolt el hecho de ser usado con varios fines), es que no siempre tendremos la última versión de cada uno de ellas. Y esto es determinante, por ejemplo, en HDMI 2.0, la anterior versión que fue lanzada en 2013 (hace mucho tecnológicamente hablando), y el ancho de banda que manejaba era de 18 Gb/s, mucho menos incluso que los actuales 32,4 GB/s de DisplayPort.
Para el usuario medio, Thunderbolt es la mejor opción
Si no queremos multirruta ni nada especial, posiblemente Thunderbolt sea la mejor opción, pues es compatible tanto con pantallas HDMI como con pantallas DisplayPort, además de que se pueden usar dos al mismo tiempo. Si ya queremos ancho de banda más grande, tendremos que optar por HDMI.
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