Drones que hackean redes WiFi a distancia, inspirados en un videojuego

Un dron para hackear permite atacar redes a distancia parece salido de una historia de ciencia ficción; y eso es porque es justo de ahí de donde ha salido.

En 2014 Ubisoft lanzó Watch Dogs (o watch_dogs), uno de los videojuegos más esperados del año; lamentablemente, también acabó siendo una de las grandes decepciones.

No es que sea un mal juego, ni mucho menos; pero los tráilers promocionales presentaban una experiencia de juego que simplemente no era posible en la versión final. Pese a esto, el juego tenía algunas ideas muy buenas; el protagonista era un hacker, capaz de controlar dispositivos cercanos y acceder a información vital. Para la secuela, Watch Dogs 2, Ubisoft pulió este concepto con nuevos “juguetes”.

Una de estas novedades era un drone hacker, que podíamos controlar, tanto para observar lo que estaba pasando desde las alturas, como para hackear dispositivos a distancia. Como el resto del juego, era una idea ficticia, pero no tanto como para que resultase imposible de creer.

Un dron para hackear inspirado en Watch Dogs

dron hacker watch dogs 2

Ahora en GlytchTech se han inspirado en estos juegos para crear su propio dron para hackear a distancia. En realidad, no es el primero de este tipo; pero hasta ahora, es el que más se parece a esa idea original.

Created with GIMP

El dron ha sido creado a partir de partes comerciales, como el controlador de vuelo Omnibus F4 Pro V2, el GPS M8N, o los motores que mueven las aspas. El “cerebro” del dron es un Pineapple Nano, un dispositivo USB con antenas incorporadas diseñado para atacar redes WiFi; está pensado para expertos de seguridad y para auditar la seguridad de las redes, pero evidentemente también se puede usar para hackear redes ajenas.

Para comprender cómo funciona, hay que revelar el nombre de este dron: Project Cuckoo, inspirado en los cucos. De la misma manera que esta ave, el Project Cuckoo es capaz de volar hasta el nido de otro e infiltrar a su progenie; en otras palabras, es capaz de hackear una red para soltar malware que pueda ser usado en el futuro para atacar al objetivo.

Una vez que llega a la zona de la red Wifi, puede intentar “crackearla”, realizar un ataque “MITM”, (man-in-the-middle, hombre en el medio), e introducir un paquete malicioso que acaba en uno de los dispositivos de la víctima. Ese malware entonces puede comunicarse con el hacker para completar el ataque y obtener la información necesaria o tomar el control de otros dispositivos.