Investigadores han desarrollado una capa de invisibilidad contra cámaras térmicas, inspirada en los calamares.
Lo hemos visto en muchas películas de ciencia ficción; da igual que te hagas invisible o que consigas ocultarte a los ojos de tu enemigo, una cámara térmica puede revelar tu forma en rojo chillón.
La realidad no es muy diferente a la ficción; ya hay desarrollos militares que han conseguido ver a través de las paredes y reconocer caras con imágenes térmicas, por ejemplo. Y esta tecnología también se usa en entornos civiles, como por ejemplo, para revelar el gran escándalo de las bicicletas con motor en el Tour de hace un par de años.
Puede parecer que, frente a esta tecnología, no podemos hacer nada; pero Coskun Kocabas, profesor de ciencias de la Universidad de Manchester, cree que es posible engañar a estos dispositivos. Y para ello, ha creado una capa de invisibilidad contra cámaras térmicas, que no sólo nos oculta frente a esta tecnología, sino que hace que nos “fundamos” con el entorno.
Una capa de invisibilidad contra cámaras térmicas que nos funde con el entorno
Kocabas se inspiró en los calamares, y en la manera en la que cambian el aspecto de su piel para mezclarse con el entorno; esto se traduce en un material que aprovecha las características del grafeno. Este dispositivo está compuesto de varias capas, empezando con nailon cubierto de oro al principio, una capa de plástico con sales, y terminando con varias capas de grafeno.
Al hacer pasar una corriente eléctrica por este material, los iones se desprenden de las capas de grafeno, lo que permite que la luz infrarroja pase a través; de esta forma, las cámaras no recibirán esa luz infrarroja y no detectarán nada en esa zona.
Claro, que eso no es muy útil. Eso lo único que haría es crear un “agujero” en la imagen con la forma del objeto; es decir, que seríamos detectados fácilmente. Por eso el equipo de Kocabas también ha diseñado un sistema que mide la temperatura del entorno; el dispositivo ajusta el voltaje para emitir la misma cantidad de luz infrarroja que emite el entorno. Así que, a ojos de una persona o un algoritmo, nuestra silueta no será tan fácilmente reconocible.
Este es un dispositivo aún muy limitado, pero en conjunción con otros métodos podríamos hacernos casi completamente “invisibles”. Puede que la ciencia afirme que la invisibilidad total nunca se conseguirá, pero podemos alcanzarnos lo suficiente.
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