La Luna va a convertirse en un lugar muy concurrido en los próximos años. El gobierno de los EEUU ya se ha puesto una meta para volver a poner astronautas en el satélite (muchos dicen que demasiado pronto); mientras que otras potencias mundiales como China ya están dando los primeros pasos. Ahora se le puede sumar India, gracias al proyecto Chandrayaan-2 que acaba de ser lanzado.
La ISRO, el equivalente indio a la NASA, confirmó el lanzamiento exitoso de la nave que tendrá como objetivo aterrizar en la Luna el próximo septiembre; pero antes, permanecerá en órbita alrededor de la Tierra, hasta que llegue el momento del trayecto final. Si finalmente consigue alunizar en una llanura entre dos grandes cráteres, Simpelius N y Manzinus C, habrá completado un gran logro para el país y para la humanidad en general.
La misión de India en la Luna ha comenzado
Y es que hasta ahora, sólo tres países han logrado poner objetos en la superficie de la Luna: EEUU, la Unión Soviética y China. India se convertiría en el cuarto, dejando en evidencia la gran apuesta del gigante asiático por la exploración espacial. El segundo país más poblado del planeta tendrá por fin representación en nuestro satélite, algo que parece adecuado. Sin embargo, no será un camino falto de riesgos; de hecho, el lanzamiento original del Chandrayaan-2 el pasado julio tuvo que ser pospuesto apenas 20 minutos antes de que se produjera por culpa de un fallo técnico. Después de semanas diagnosticando y solucionando el error, la ISRO anunció que volvería a intentarlo.
El lanzamiento parece haber ido bien, algo importante por la gran diferencia de este proyecto respecto a los de otros países: su presupuesto de sólo 141 millones de dólares. Mientras la NASA y otras agencias manejan cifras de vértigo para volver a la exploración espacial, India apuesta por soluciones de bajo coste, relativamente hablando. Está por ver si esa es la solución; históricamente, recortar presupuestos no suele dar buenos resultados, ya que perder una de estas naves suele ser más costoso, tanto en términos presupuestarios como científicos.
Eso no quita que la misión Chandrayaan-2 no sea de las más avanzadas, por supuesto. Consiste en un orbitador y un aterrizador llamado Vikram; a principios de septiembre, y después de una larga órbita elíptica, el aterrizador se separará y descenderá en la Luna. Finalmente, de este módulo saldrá un vehículo de seis ruedas, llamado Pragyan (“sabiduría”), justo lo que esperan conseguir los miembros del proyecto para su país.