El rover marciano más antiguo lleva dos meses sin funcionar, y podría no hacerlo más

Opportunity, el rover más activo en la superficie marciana, desde 2004, lleva ya dos meses sin contactar con la Tierra. Y no solo sin contactar, sino también sin funcionar. Sus baterías están agotadas, y no pueden cargarse debido a que no reciben la suficiente luz solar para ello. No es que esté estropeado, sino que hay una tormenta desde el 10 de junio (cuando comenzó a hibernar) en la zona de Marte donde está ubicado que impide el paso de los rayos solares.

Mientras que la zona donde está el rover suele estar a 0,5 tau (la opacidad atmosférica), desde hace dos meses los valores se sitúan en los 10,8 tau, al menos el 10 de junio. Para que el rover pueda comenzar a recargar sus baterías de nuevo se necesita, al menos, 2,0 tau. Esta variable, el tau u opacidad atmosférica, se mide mediante una cámara en una sonda, que observa las características de la superficie de Marte; es decir, está expectante para saber cuándo se despejan los cielos, básicamente.

El rover más longevo en Marte, en peligro

Al mismo tiempo, y de forma periódica, los ingeriros usan la Red de Espacio Profundo de la NASA, que se comunica entre las sondas planetarias y la Tierra para tratar de comunicarse con el rover Opportunity.

rover opportunity marte

Los ingenieros se preparan, en concreto, para tres posibles situaciones, y de forma posterior, tratar de recuperar el control sobre el rover. La tormenta puede estar decayendo, según los científicos, por lo que podría haber llegado el momento de recuperación de la Opportunity.

El problema ya no está solo en que no está en funcionamiento, sino que al no tener energía, no puede encender los calentadores. Y si el rover sufre excesivo frío, los elementos electrónicos pueden dañarse. Pero como está en una zona en la que ahora mismo es verano, y está en medio de la tormenta, los científicos esperan que haya el calor suficiente como para que esto no haya ocurrido. Por lo tanto, el estado de las baterías debería ser “relativamente bueno”, al no haberse degradado debido al frío.