Esta mañana ha explotado un portátil en la Línea del Metro de Madrid, dejando al menos 6 heridos (incluida la dueña del mismo), aunque ninguno de gravedad. A priori, y según la Policía Nacional, se trata de un accidente y no de algo provocado. Muchos se han sorprendido porque un ordenador pueda estallar, ¿se trata de algo común?
En realidad, el accidente no dejó heridos de gravedad, pero, al tratarse de una explosión, provocó el pánico entre los pasajeros, motivo por el que se evacuó el tren.
Puede parecer que no, pero las explosiones de portátiles (en realidad, no explotan los portátiles, sino las baterías) son más comunes de lo que pensamos, aunque no dejan de ser poco frecuentes. De hecho, no solo es más común de lo que pensamos el hecho de que exploten, sino también que ardan de forma espontánea. Pero, ¿por qué? ¿Puede ocurrirme a mi?
Seis heridos la estallar un ordenador en la estación de Metro de Príncipe de Vergara de Madrid
De hecho, es tan común que en 2006 DELL retiró 4,1 millones de baterías precisamente por riesgo de incendio. Hewlett Packard (HP) también hizo lo mismo con 101 000 baterías en febrero de 2017. No obstante, en estos casos, no se trata de un fallo accidental, sino de un fallo provocado en fábrica.
Pero no solo móviles (como el Galaxy Note 7) o portátiles explotan, sino cualquier cosa que tenga baterías, incluso unos auriculares; el año pasado, por ejemplo, una mujer se vio afectada por esto mismo: sus auriculares inalámbricos explotaron, dejándole quemaduras por toda la cara.
El litio es el culpable de que las baterías exploten
En cualquier caso, sea fallo de producción o por cualquier otro motivo, son las baterías de litio las causantes. Estas baterías, usadas en todos los dispositivos con batería del mercado, son muy inestables. El litio es muy inestable y, ante una descarga repentina de energía, puede generarse un incendio o incluso una explosión: esta descarga puede deberse tanto a un mal estado de la misma como a un mal diseño.
Incluso se puede producir un simple error en el momento de la carga que provoque la explosión. Por ejemplo, que el algoritmo encargado de proporcionar la información de carga, como la cantidad de energía y la velocidad, no esté configurado correctamente, desestabilizando los elementos químicos y causando lo que se conoce como una fuga térmica.
Y las explosiones no son poca cosa: pueden generar grandes llamadas y grandes destrozos en los alrededores, sobre todo en personas. De hecho, y si tenemos curiosidad, en Internet encontraremos muchos ejemplos.
Por esto mismo, está terminalmente prohibido llevar baterías de litio en las bodegas de los aviones, e incluso algunas compañías prohíben también equipos electrónicos. La compañía irlandesa obliga a todo sus pasajeros a no llevar baterías ni en el equipaje de mano que va a bodega, ni en las maletas facturadas, precisamente por la volatilidad de las baterías de litio.
Se pueden llevar en la cabina del avión, dentro del equipaje permitido, pero porque en caso de ignición se vería claramente; en la bodega, en cambio, si explota no se ve y no se le puede poner fin al incendio. Desgraciadamente, esto es común, y se debe a la inestabilidad del litio.
Imagen de portada | Spaffett
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