Hasta hace poco lo más común era utilizar gasolina o diésel en los coches; ahora, las opciones se han disparado y existen coches eléctricos, híbridos y de gas natural. Los ciudadanos van abriéndose poco a poco a otro tipo de coches; sin embargo, el desconocimiento influye aún a la hora de optar por un combustible no convencional.
Coches de gas natural o GNC
Estos coches hacen uso de Gas Natural Comprimido, compuesto por un 90% de metano. Para que nos entendamos mejor, los automóviles GNC emplean el mismo gas natural utilizado en los hogares, solo que éste está comprimido.
Los GNC son unos grandes desconocidos para la mayoría de conductores; pero, ya hay marcas como Volkswagen que apuestan fuerte por este innovador combustible. En este sentido, hay que recalcar que un coche normal y corriente se puede adaptar para utilizar GNC; aunque, su coste y homologación no lo convierten en la mejor opción.
Menor coste y gasto en combustible
Cualquiera que piense en un menor consumo automáticamente lo relacionará con un mayor coste de adquisición. Esta situación no se da en el caso de los coches de gas natural. Basta con echar un ojo al catálogo de los SEAT Ibiza para observar que la diferencia con el modelo de gasolina es de apenas 2.000 €. En este sentido, los coches GNC son bastante asequibles.
Los GNC gastan mucho menos combustible, que en dicho caso se mide en kilogramos y no en litros. Como indica Diariomotor, un vehículo con un motor de entre 90-100 CV gastaría 8,3 € cada 100 kilómetros; mientras que, con diésel se gastarían 5,5 € cada 100 kilómetros y con GNC el gasto bajaría hasta los 3,20 € cada 100 kilómetros. Las cifras hablan por sí solas, los coches de gas natural consumen mucho menos que los diésel y gasolina.
Ventajas en grandes ciudades y menor mantenimiento
Los combustibles alternativos, como el caso de GNC, obtienen la etiqueta ECO de la DGT, lo que supone ventajas en grandes ciudades. En el caso de Madrid, éstos logran un 50% de descuento en las zonas azul y verde, además de librarse de ciertas restricciones al tráfico cuando la contaminación se encuentra en un nivel demasiado alto.
La combustión de GNC crea menos residuos en comparación con la gasolina, lo que supone un menor mantenimiento. Las bujías, el aceite y otros componentes del vehículo duran más tiempo que en otro tipo de coches debido a su limpia combustión.
Pocos espacios para repostar gas natural
La única y gran desventaja de los coches de gas natural es a la hora de repostar. Actualmente solo hay 59 estaciones para los coches GNC en España; aunque, muchas se encuentran en plena construcción. España por ahora no es el país idóneo para contar con este tipo de coche, quizás el día que existan más estaciones GASNAM la situación pueda cambiar.
Del mismo modo, se está investigando la posibilidad de que los propios conductores puedan repostar desde su propias casas con un compresor de gas; sin embargo, aún no se ha dado el caso. De darse, sería una gran noticia para los amantes del GNC.
Mejor infraestructura de los coches GLP
El GLP es otra opción para aquellos que quieran ahorrar en combustible y ser menos perjudiciales para el medio ambiente. El gas licuado del petróleo o autogas, emplea una mezcla de butano y propano.
En relación con las ventajas económicas, el GLP es muy similar al GNC. Ambos se ofrecen como combustibles económicos y menos contaminantes que los gasolina y diésel; aunque, el GLP posee una mayor infraestructura en España. En territorio español existen 604 estaciones de servicio de autogas según los datos de AOGLP. Pese a ser más económico que el diésel y la gasolina, el GLP implica un mayor coste que el GNC sin llegar a ser una diferencia abrumadora.
El GNC es una buena idea con falta de apoyos
El gas natural ofrece una gran lista de ventajas en comparación con los combustibles convencionales. En cambio, la infraestructura hace dudar de su uso real. Ocurre algo similar que con los coches eléctricos; una gran idea con aspectos positivos para el bolsillo y para el medio ambiente que no termina de adaptarse a nuestro día a día.
Si los estados desean reducir la contaminación no estaría de más favorecer este tipo de tecnologías. Es obvio que la construcción de estaciones de servicio no es gratis; sin embargo, significaría un gran avance y terminaría siendo rentable a largo plazo.
Foto destacada: Seat