Hay que aclarar una cosa antes de empezar: Initiative Q, el tema del que vamos a hablar, no es una criptomoneda. Esta nueva forma de pago fundada por uno de los ex-desarrolladores principales de PayPal, Saar Wilf, pretende convertirse en una moneda alternativa que acabe con las tarjetas de crédito. Pero ¿cómo funciona? Porque su esquema no da pocas dudas.
Iniciativa Q (en español) funciona de manera sencilla: este sistema tiene moneda propia, la llamada Q. Si te registras con un nombre y una dirección de correo te darán una cantidad de Q específica. Cuantos más usuarios se registren, menor será la cantidad. Necesitas un enlace de invitación y obviamente si la Q se vuelve una segunda Bitcoin, es mejor registrarse ya que literalmente es dinero gratis.
Pero esto va más allá, ya que su éxito es creciente y se está popularizando a medida que pasa el tiempo. Os explicamos cómo funciona y las dudas que suscita, ya que eso de regalar dinero casi siempre acaba teniendo un lado oscuro.
Iniciativa Q, la nueva moneda que pretende alzarse
Iniciativa Q se postula como el sistema de pago del futuro. Este sistema presume de incluir sistemas modernos en este, como por ejemplo, el uso de la Inteligencia Artificial para que las familias compartan cuenta, operaciones digitales, etcétera. El objetivo de Q es instaurarse como una moneda común, tal y como hizo el Bitcoin con la criptomoneda.
Obviamente no se puede postular como una moneda alternativa si no hay usuarios y de ahí el programa de “regalo de dinero”: cuantos más usuarios se registren esperando a que la moneda se alce, más compradores y vendedores usando esta moneda habrá. Y el crecimiento subirá hasta ser una alternativa de pago al dinero convencional.
Especial recelo le tiene Q a la tarjeta de crédito, que la califica como un sistema de pago obsoleto de hace décadas. Las considera un objeto del pasado que no hace más que ralentizar las acciones referentes a nuestro dinero y apuesta por una digitalización completa del servicio. Además, también afirma que son inseguras e incitan al fraude.
Podéis registraros en su página web y obtener un enlace de invitación para otros usuarios, que le aportará ventajas al que se ha registrado. Además, este tendrá que verificar al usuario que se quiera registrar. Consecuentemente, el valor de la Q bajará, por lo que si estás interesado, es mejor que te registres ya. Una vez que al usuario se le acaben las invitaciones, su link de invitación dejará de funcionar.
Q ha generado dudas, pero muchas son infundadas
Q ha sido un éxito que ha llevado a medios como Forbes a compararla con el mismísimo Bitcoin. No han faltado acusaciones hacia Iniciativa Q calificándola de empresa piramidal. En solo varios meses la cifra de usuarios ha subido hasta los 3 millones, con una media de 100 000 usuarios al día. Las acusaciones de esquema piradila nacieron de los escasísimos requisitos que precisamos para registrarnos en la iniciativa.
La realidad ante esto es bastante distinta. Las monedas actuales como la libra, el euro y demás no tienen un valor si su valor percibido es nulo. Es decir, el valor que tienen depende directamente del valor percibido de la moneda, y en el caso de la Q ahora mismo no tiene prácticamente valor percibido. Por lo cuál, en estos momentos, la Q no se ha instaurado como moneda y no es posible la estafa.
El valor percibido es, básicamente, el valor que el cliente de un producto le da a este en base a lo que aporta al usuario. Según Zeithalml (1988), persona que definió el concepto: es el “juicio general que realiza el cliente acerca de la utilidad de un producto basándose en las percepciones de lo que da y lo que recibe”.
Saar se defendió ante estas acusaciones. “No es un esquema rápido para hacerse rico y creo que ahí es donde la gente se confunde. Tienes que alcanzar una masa crítica si quieres crear una moneda y eso es lo que estamos tratando de hacer”. Continúa: “El mundo necesita un mejor sistema de pago. Estamos pegados a su infraestructura existente y la única otra opción es la criptomoneda, que no creo que responda a los problemas reales”.
Prosigue: “Queremos que todos los procesos financieros sean más fáciles y más rápidos. Queremos que las personas puedan pagar por una comida como lo harían con un Uber. Usar inteligencia artificial para permitir que las familias y las empresas compartan cuentas. Tener una moneda internacional que pueda ser intercambiados y compartidos sin los procesos mal equipados que existen actualmente y que cuestan mucho tiempo y dinero. Queremos utilizar la tecnología para comerciar de forma más inteligente y segura “.
Algunas voces escépticas como la de Mike Rymanov, CEO de Digital Securities Exchange, auguran que no llegará a ningún sitio: “El atractivo de la fortuna y la falta de riesgo percibida sin deuda atraerán a muchos, pero como es un juego de tecnología en lugar de una red de pagos, al final se sentirán decepcionados por ver su bandeja de spam y sus cuentas vacías”.
Los objetivos de Q: valer lo mismo que el dólar estadounidense en 10 años
Si vamos a su página web, Iniciativa Q habla de su moneda Q con este párrafo:
“Ahora imagine que este sistema creara una moneda global específica. Digamos que es Q. Según los modelos económicos, el valor de todos las Q sería de varios billones de dólares estadounidenses. Según la ecuación de intercambio en Economía, el valor de una moneda puede calcularse utilizando la cantidad de dinero en circulación y la frecuencia con la que se utiliza (lo que se denomina ”velocidad del dinero”) Por lo tanto, estimar 20 billones de dólares estadounidenses en operaciones, y utilizar la velocidad media mundial del dinero, daría a todas las Q en circulación un valor de varios billones de dólares estadounidenses. Lea un análisis económico detallado, en coautoría con el prof. Lawrence H. White, un experto en teoría monetaria.”
Q pretende valer lo mismo que el dólar estadounidense en una década. Prometen usar las últimas tecnologías en su sistema de pago y dejar atrás las otras formas de pago obsoletas como las tarjetas de crédito. Por mucho que podamos confiar en esta iniciativa Q, es posible que no llegue a ningún sitio.
Para conseguir sus objetivos, Q debe llegar a una masa de usuarios enorme como ya se ha detallado. El problema es que todos esos usuarios buscan una rentabilidad segura debido al incentivo del regalo de Qs al registrarte. Sabiendo cómo es el mundo económico y sobre todo el referente a las monedas alternativas, esto podría salir o muy bien o muy mal. Si no, pensemos: hace unos meses estamos inmersos en plena crisis de criptomoneda y ahora prácticamente el mineo ha quedado en un segundo lugar.
Veremos lo que pasa con el tiempo.
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