Los robots han sido una fuente de imaginación casi inagotable desde sus inicios. El poder usar sus capacidades motoras para poder resolver nuestros problemas es uno de sus objetivos y los desarrolladores de estas tecnologías están muy enfocados en este temario. Por ejemplo, se estima que en un futuro puedan resolver algunas de las desgracias que tienen que soportar algunas personas, como las discapacidades.
Por cuestiones de la vida hay personas que tienen que vivir con la carga de no poder volver a andar, y es una cuesta arriba constante para sus vidas. Los investigadores del laboratorio de Amber situado en California son conscientes de ello y han creado unos robots que podrían hacer que ese sueño pudiera hacerse realidad.
Prótesis robóticas y robots bípedos: la robótica en pos de la salud
La periodista de CNET Lexy Savvides ha tenido acceso a este laboratorio de pruebas que recuerda mucho al que desarrolla al famoso Atlas, el robot de Boston Dynamics que provoca furor y miedo al mismo tiempo. Pero con un enfoque muy diferente; en el laboratorio de Amber no intentan replicar el movimiento de un humano, sino desentrañar los entresijos de la locomoción y aplicarla para ayudar a personas con dificultades en estos aspectos. Personas que no pueden andar o que tienen dificultades.
En este laboratorio se dedican a crear prótesis robóticas preparadas especialmente para estos casos. El docto Aaron D. Ames, profesor de ingeniería mecánica y civil de Bren en Caltech además del líder del laboratorio, lo deja claro. “”Cada vez que logramos un comportamiento como caminar o correr, nos gustaría colocarlo en un dispositivo protésico y, en última instancia, en un exoesqueleto para un parapléjico. Nos gustaría que [un parapléjico] se levante y camine con el mismo tipo de algoritmos que usamos en nuestros robots ambulantes”.
Esto quiere decir que en caso de que el robot se caiga, no determinan cómo hacerlo funcionar o levantarlo. Repasan el concepto y las matemáticas de los hechos que han hecho que se caiga para así trasladarlo a prótesis dedicadas a los seres humanos.
Una de las prótesis que el laboratorio ha creado se hace llamar Ampro 3. Es una prótesis transfemoral, es decir, que se sitúa sobre la rodilla que tiene 2 grados de libertad en la zona del tobillo. Pretende ser una evolución de las prótesis convencionales, que adolecen de tener poca locomoción para las personas con este tipo de discapacidades. Una unidad de medición inercial (IMU) modula el movimiento de la pierna sintética en función de la rapidez con la que el usuario camina. Esto implica que si el usuario acelera, acelerará también la prótesis, ajustándose a este. Estos robots usan motores eléctricos en vez de hidráulicos ya que así otorgan movimientos más sutiles en pos de la asistencia.
El objetivo de estas prótesis y en general de los robots del laboratorio de Amber es hacer que atraviesen el mismo tipo de terreno que los humanos. El mundo es un sitio irregular, y por ende es necesario que estas prótesis y sus robots estén adaptadas para poder funcionar en entornos ajenos a lo que sería un suelo ideal, como el de una ciudad. Equivaldría a los suelos arenosos, pedregosos, etcétera.
Pero esto va más allá de las prótesis. El robot que véis en pantalla es Cassie, un bípedo desarrollado por Agility Robotics. Es un robot bípedo que únicamente (a nivel motriz) cuenta sólo con 2 piernas. Los robots más comunes completan la forma humanoide y este se queda sólo en las dos piernas. Pero tiene su por qué.
Cassi es usado por los estudiantes y los investigadores para el mismo propósito que las prótesis del laboratorio de Amber: ponerlo al aire libre y averiguar las matemáticas y algoritmos que encierran el simple paso por un entorno común. Su paso es torpe y muy puntilloso, ya que da pasitos cortos. Puede doblar las piernas y hacer giros, pero con dificultad. No está preparado ni de lejos para entornos más extremos como la nieve o la tierra, pero es ideal para su cometido.
Cassie da ideas acerca de su uso en el espacio. Sería ideal para hacer exploraciones en el planeta rojo, ya que su locomoción (cuando esté desarrollada) podría dar lugar a que un robot del mismo calibre recorriera con más soltura grandes distancias del planeta. No obstante también se está estudiando para poder usar y mejorar esta locomoción robótica en herramientas para que una persona pueda volver a andar como antaño.
Queda camino por recorrer, eso está claro. Cassie todavía no está preparada para el mundo real y queda algo de tiempo hasta que esas prótesis robóticas sean lo suficientemente precisas como para que cumplan la función que se les encomiende a rajatabla. Pero estos avances hacen crecer la expectativa de que la medicina y la robótica podrán superar los mayores problemas que afrontan ciertas personas por visicitudes de la vida. Algo necesario en nuestra sociedad que podría hacer muy felices a estos colectivos y mostraría el avance frenético del potencial único del ser humano.
Imagen de portada: CNET | Lexy Savvides